UN EJEMPLO A SEGUIR, UN HOMBRE EXEPCIONAL
ANÍBAL LAYDERA VILLALOBOS
Por: Gildardo Moreno.
Lo conocí cuando la tarea de
Comunicador era más que un riesgo, la vida misma, fue por el año de 1.953,
donde llaman la vuelta de la
Auyama , parte atrás de Caño Amarillo, una parte de la bella y
melancólica Parroquia La
Pastora andando en búsqueda de una tipografía donde llevó uno
de sus valiosos ensayos a imprimir. Mis primeros pasos en Artes Gráficas, los
estaba dando en esta Tipografía y fue mi Primer trabajo fuera de aula, porque
ese mismo año salía de los Salesianos.
Su interesante dialogo con mi
Patrón, me llamó tanto la atención que despertó en mi el hormiguillo de
incursionar en la lucha comunicacional y expresar mi inquietad, por llevar a la Juventud ese mensaje
nuevo, renovador que no había sido, y que nadie se atrevía a ni siquiera
susurrar, ni de imaginarse que hablar en voz alta o protestar significaba la
muerte. (Estábamos en plena Dictadura).
Esta fue la primera faceta que
conocí en mi admirado amigo no era un líder Político, pero un hombre que vivía
la angustia de su Pueblo y con su fina pluma, la diseminaba y con su voz
vibrante demostrando su temple, y amor por el país por sus ciudadanos.
En plena
Dictadura me forme y fue el quién me alumbro la fuente de lucha que con orgullo
ostento. Jamás leí dobleces, honesto, carta cabal, recto como un eucalipto,
invariable como su amistad y cultivada de la misma y esa a sido su riqueza y la
que me enseño. “Cultivar el hombre en la Cultura , porque no hay riqueza mayor” como lo
dijera Don Simón Rodríguez creador del hombre más grande de la tierra.
Después
conocí el cuidador del ambiente, defensor virtuoso de la Ecología , porque también
me enseño que el hombre sin oxígeno no vive y una vez en las tantas andanzas
por el país, cuando quedó Cronista mayor viniendo de una de tantas convenciones
y conferencias me dijo como amaba la naturaleza, no me explico como el hombre
se destruye así mismo, ni ve como tala y quema lo que le da vida, sin darse
cuenta que así como él se quita la vida, su ignorancia lo lleva a quitarle la
vida a los demás.
Un árbol nos da vida en todo sentido, nos alimenta, nos da
sombra, y su sabia nos oxigena, haciéndonos más sanos y fuertes, es como un
niño indefenso, y no se defiende del depredador del mismo bruto, del
comerciante sin escrúpulo.
Si alguna cosa hay en este admirable
hombre es su cultura que sin egoísmo la deja como una planta donde llega por
todo el país, porque este maestro al que hoy me refiero con este calificativo
es de esos maestros de antes, (UN SABIO).
Eso es Aníbal Laydera Villalobos. Un
hombre grandioso como nuestra Venezuela. Y me pregunto ¿habrá un lugar de
Venezuela que no haya dejado su huella de luz mi maestro? Y como decía Don
Simón para hacer más grande este país hay que formar el joven y llevar sus
conocimientos de Herrería, Carpintería, dando una Educación integral para que
sean ciudadanos útiles, oficios del hogar para hacer un hogar feliz.
Aníbal es un hombre ejemplar en
todos los sentidos. Cómo dijeran nuestros Rómulo Gallegos, Andrés Eloy, Rafael
Caldera, Rómulo Betancourt, tantos hombres que ha dado esta Patria.
Amigos como este, se logra hacer un
País.
Aníbal amigo recibe mis más sinceras
gratitudes.
No alcanzan las cuartillas que pueda
escribir para demostrar mi afecto y Admiración por este Amigo: Que el
Todopoderoso te Bendiga.