martes, 8 de diciembre de 2015

Cuatro Documentos Fundamentales de Carrizal (VIII)

CARRIZAL EN LA MIRA DE LOS VENEZOLANOS.
*A.L.V.


            La medida del Ejecutivo por demás apreciable y sabia de mantener, reservar, defender y garantizar a las generaciones de hoy, mañana y siempre una ancha faja protectora de la flora carrizalense carrizaleña) para salvaguarda de su microclima, riqueza freática, manantiales y vertientes y resguardo de montes de espléndido verdor y abundante fauna, constituyen aporte y solidez a sus originales paisajes, visibles desde las principales alturas escenarios que dan fisonomía muy personalizada a las áreas convertidas en la denominada zona protectora de Caracas. A todo lo anterior el observador acucioso añadirá la dispersión de la ciudad, conformada por decenas de urbanizaciones de regia arquitectura y viviendas de gente respetable de barrios consolidados, morada de familias de medianos recursos, que han dado a sus descendientes ocupaciones productivas y conductas halagüeñas. Esa totalidad que interrumpen súbitamente bosques y sabanas de estampas atrayentes sugestivas y proverbiales, dejan en los visitantes, peregrinos y viajeros la emblemática vital de un conjunto de fantásticas y amuralladas fortificaciones de antiguos feudos asomados en forma tímida a los recaudadores y juglares. Pero en caso de llegar a cada sector habitacional, descubren un nuevo horizonte y estilo de poblamiento que respeta el ambiente y disfruta de una naturaleza típica, revestida durante todo el año de refrescante niebla y ventiscas alisias, gratas a la piel y favorables a la salud.
            Esa suma de valores físicos y humanos en el presente, sirven de acicate a los inversionistas para levantar torres, quintas, casas, para la clase media; construir caminos, ornamentar avenidas y colocar llamativos anuncios con razones emotivas que interesen a los compradores de bienes raíces o a las parejas carentes de hogar, cuyos resultados están patentes en la velocidad como aumentan los pobladores, el comercio, las industrias y el continuado mantenimiento de sistema vial.  La presión indiscutible del crecimiento, conducirá muy pronto al gobierno nacional o a los capitalistas criollos a instalar la tan reclamada extensión del Metro o el Monorriel, factor que le daría especialmente a Carrizal ventajas incalculables tomando en consideración que el Municipio Los Salias, presenta serios obstáculos para su dinámica macro habitacional.
            Lo mencionado representa un hito positivo para los venezolanos que minuto a minuto abandonan territorios peligrosos en las fronteras y sus adyacencias, para fijar residencias en lugares propicios y seguros, entre tantos, sobresale Carrizal, modelo en administración, progreso sostenido, seguridad comprobada (en 1997 hubo solo dos robos de poca monta y 7 accidentes vehiculares) producto de una comunidad sana laboriosa, dada a lo fraternal y a las buenas relaciones de la parentela.
            Otras características refrescantes, adicionales, que benefician al Municipio Carrizal son: inmediato a Caracas, Los Teques, La Victoria, Maracay, Ocumare del Tuy, La Guaira, Caucagua, playas de Barlovento y de la región agropecuaria de Paracotos y Tácata, conjunto de pueblos y ciudades para la recreación y breves temporadas en vacaciones y de largos feriados.
            Carrizal, está pendiente en la mira de los venezolanos por razones de clima, progreso y seguridad en los bienes y en el resguardo de la vida.



CARRIZAL EN 1685.
*A.L.V.

Después de la invasión española al suelo de la tribu Caracas, en 1567 y la fundación de Santiago de León, el vencedor Capitán Diego de Losada, considerado pacificado el Valle y sus cercanías, procedió a recompensar a sus compañeros mediante la entrega de ENCOMIENDAS o REPARTIMIENTOS. La región del poniente (Altos de Caracas) comarca de Guaicaipuro y de muchos de sus aliados (Teque, Caraca, Toromaima, Mariche, Quiriquire, Araguaco) le fue asignada el 5 de marzo de 1568 (“Indios Teques y el Cacique Guaicaipuro” de Hno. Nectario María, Pág. 41, edición de B.A.T.M.; Los Teques, 1987) a Pedro Matheos, quien la aceptó y luego la abandonó, por la combativa resistencia en dicho sector del gran Cacique Teque, al que atacan y matan utilizando la traición y suficiente contingente militar, después de feroz pelea, en el patio de su PALENQUE de Suruapo o Suruapay (Suruapo era el poblado del Jefe Caribe, ubicado en sitio inmediato a la unión d los ríos Chama agua y San Pedro). Posteriormente los intrusos europeos exterminaron el resto de los bravos defensores de pequeñas rancherías de anones y agrestes montañas de los contornos, figurando con menos fuerza en los años sucesivos: Epoima, Maicagua, Popuere, Curaizagua, Conoropa, Curutay, Guaremare o Guaremal, Satuque, Tucupe (legítimo cacique de San Antonio) y Tipetiripe, cacique de los bajitos de San Diego y el 3 de febrero de 1571 (Item pág. 50), la misma ENCOMIENDA la concedió Juan de Guevara, Teniente de Gobernador de Caracas a Andrés González.  Para la fecha ya Epoima había sido diezmado y muerto en su pequeño pueblo de Chaguadme o Acaguaima, totalmente despoblado (en el mando lo reemplazó su hijo Péneme) y sus habitantes dispersos en lo montes de Guareguare, Tigua y Morocoima, en los predios de Puruña y Macagua (en el libro del Hno. Nectario, pág. 72 hay una lista de parientes y seguidores de Epoima).
En el lugar que sirvió en otro tiempo de asiento a Epoima y su gente, surgió a finales del siglo XVII el vecindario EL CARRIZAL (nombre proveniente de una gramínea llamada CARRIZO muy abundante en la zona) al sementar entre 1685 y 1686 tres o cuatro colonos de San Antonio, dedicados al cultivo de la tierra. Posteriormente llegaron otros que trabajaron en conucos y en cría de ganado.  En el despunte del siglo XVII existía un vecindario compartido por hijos de San Antonio, San Diego, Paracotos y de El Valle.  Aprovechaban el agua de un prodigioso manantial rico en sustancias minerales y cristalino, recordado en Llano Alto y Los Budares hasta comienzos de la primera década del siglo actual, y la continuamente abundante corriente fresca de la cañada o riachuelo MAPURITE, para diversos usos agrícolas y domésticos (Mapurite rinde tributo al riachuelo a Morita, en el punto titulado Caña Brava).
Lo anterior, de manera sintética, resume la HISTORIA DEL PRIMER PUEBLO DE CARRIZAL (El Carrizal), reeditado sobre los propios vestigios DE LA TRIBU CAGUAIME O ACAGUAIMA, al pie de Los Budares (topo Los Budares) al suroeste, dentro de un fértil vallecito rodeado de una flora de atractivos matices que dibujan fabulosos paisajes de cerros, hondonadas y colinas, estupendas canteras para la recreación del espíritu, hoy a la disposición de los urbanizadores, sus mayores beneficiarios.
He solicitado de las autoridades la colocación de un MONOLITO recordativo, para evocar la gesta de EPOIMA, y vivificar la identidad carrizalense con la remembranza del antiguo CARRIZAL (El Carrizal) en las cumbres donde la niebla retoza, en juego amoroso, con carrizos, chilcas, jarillos, orquídeas, flor de tara, bucares, guamos, yagrumos, helechos, onotillos y gamelotes, recargados de una textura mágica en contraste delirante con las fachadas urbanas de altos edificios y llamativas quintas residenciales, en la hora presente.


COMADRONAS DE CARRIZAL.
*A.L.V.

No hay nada cierto sobre el primer alumbramiento o eclosión de nuestra especie y, solo podemos manifestar que en donde hubo el primer grito del neonato, allí comenzó la humanidad; el segundo parto tuvo que comprometer la cooperación del padre o simplemente la valentía e iniciativa de la madre. En las épocas sucesivas intervinieron en cada paritorio la Comadrona o Partera, y en los tiempos más recientes, en la provincia venezolana, el Obstetra.  Estas líneas van dirigidas a las parteras de Carrizal, de cuyo saber y habilidad manual ingresaron al seno de los diversos caseríos y casco histórico, miles de retoños para sus hogares. Ellas prestaron su concurso en los momentos cruciales, a la hora indicada y de urgencia, diurna y nocturna, desandando los caminos escabrosos a pie, en bestias o en destartaladas carretas, siempre resueltas a extraer nuevas vidas de niños y niñas, para que experimentarán y crecieran en el ambiente terrígeno y probaran al nacer la leche materna, únicas responsables de la salud de las madres y del hijo (a), madrina primordial de las generaciones que durante el lapso de gestación reclamaban ver la luz, y de tal manera cerrar filas en el escenario familiar, formando, en consecuencia MADRES PRIMERIZAS o más parentela en las madres con otros descendientes.
En mi libro: “DIORAMA HITÓRICO GEOGRÁFICO DE CARRIAL” (inédito) entrego una lista completa de COMADRONAS Y MÉDICOS que compartieron el pasado, servicios, propósitos y angustias en los afanes colectivos de los  hogares carrizalenses.
Este boceto menciona exclusivamente a dos COMADRONAS DEL PASADO SIGLO y cuatro de las más recientes del siglo XX.  Entre 1870 y 1880 ejerció en Carrizal el oficio, doña Josefa (Fefa) Orta, radicada en San Antonio, en plena era guzmancista, y doña Justina (Justa) Belisario, entre 1880 y 1900, finales del siglo XIX, nativa de Carrizal, de reconocida fama por aceptar sus honorarios en comida, cuando la PARTURIENTA carecía de los CINCO BOLÍVARES que valía su intervención.  Y en los años inaugurales del siglo XX, doña Modesta de Baotísta, radicada en Los Teques, y las nativas de Carrizal, doña Zenona Vegas, y su hija Nerea, y la muy conocida doña Ramona Cordobés.  Ya en los años 30 y 40, los alumbramientos costaban cincuenta bolívares (Bs. 50,00) los cuales pagaban padres y madres en dinero en efectivo y los pudientes algo más, y algunas regalías en objetos de uso cotidiano.
En el inicio de mis apreciaciones, determino que ningún país del planeta puede atribuirse el admirable privilegio de contar al despertar del mundo con PARTERAS para el apostolado del alumbramiento. Ni en las más remotas culturas, en las que destacan los adoradores Amaterasu (Japón), ni los hijos del Yang Tse Kiang y mucho menos del Ganges, Indo y Brahmaputra, tampoco los del Tigres, Eufrates y el Nilo, cuyas historias nunca han hecho mención de dicha prioridad, porque el hilo humano proviene de la primera pareja del hábitat terrestre, suceso que se pierde en la noche de las edades.
¡Salud a las Comadronas olvidadas!  ¡A las Parteras de Carrizal y de la tierra toda, porque la ingratitud y la memoria las marginan y las relegan a lo más recóndito de los silencios, ignorando la función que le tocó ejercer en un largo paréntesis de la historia.




BIBLIOGRAFIA


* A.L.V. (Aníbal Laydera Villalobos)
* GdeCR. (Gisela del Carmen Rojas)
* MMV (Marcelino Mora Vivas)


CASTILLO LARA, LUCAS G.:
            “Una tierra Llamada Guaicaipuro”
            talleres de Veneprint S.A. Caracas. pp. 72 al 93 y 94 a 121.


MARIA, HERMANO NECTARIO:
            “Los Indios Teques y el cacique Guaicaipuro” talleres
Italgráfica S.R.L. Caracas. 1987. Biblioteca de Temas y Autores
Mirandino, pp. 47 a 53 y 55 a 73.


MACPHERSON, TELASCO:
“Diccionario del Edo. Miranda, Histórico, Geográfico, Estadístico y Biográfico” (edición facsimilar) Talleres de Arlit de Venezuela C.A.
Los Teques. 1973 pp. 88-239-282- y 481
           

MORENO GILDARDO:
            Editor Fundador de “Noti-Teques”
            La Hoyada 1ro. 14.


FUENTES LEGALES:
            Gaceta oficial 1ro. 2.297 Extraordinario del 8-8-1978;
“Ley Orgánica de Régimen Municipal” pp. 3 a 42
Gaceta Oficial 1ro. 4.109 del 15 de Junio de 1989.
            “Nueva Ley Orgánica de Régimen Municipal”.


FUENTES HEMEROGRÁFICAS:
            “El Vocero” ediciones 1997-1999
           
INDICE

Decreto Nº 3/99

Preliminar

Pórtico

La Encomienda

La Parroquialidad

La Donación

Autonomía Municipal

a)    Hidrografía

b)    Límites del Municipio


Addenda

LECTURAS COMPLEMENTARIAS


1.      Epoima

2.      Uquira

3.      Rafael Encarnación Pérez León, hijo ilustre de Carrizal

4.      Carrizal y los bienes culturales

5.      Carrizal: morada del clima apetecido

6.      Carrizal: pueblo de las flores

7.      Carrizal: ciudad ecológica

8.      Carrizal en la mira de los venezolanos

9.      Carrizal en 1685

10. Comadronas de Carrizal



Cuatro Documentos Fundamentales de Carrizal (VII)

CARRIZAL: PUEBLO DE LAS FLORES.
A.L.V.

Damos inicio a este boceto aseverando que las flores alo largo del tiempo y del espacio, fueron y son ornamentos de excelencia para todos los gustos y categorías; motivos de fragancias y atrayente policromía; símbolo de amor, matrimonio, verbenas, fiestas, coquetería, amabilidad, gratitud, voluptuosidad, simpatías reverencias; alegría al evocar a la madre viva; de dolor al recordar a la madre muerta; de expresión fúnebre en las necrópolis; de fervor religioso en las procesiones; y mucho más podríamos adicionar al delicado mundo de las flores, en jardines, vergeles o pensiles de los cuatro confines. Valga citar algunos caprichos de personajes de nuestra patria: al general Páez le fascinaba, la rosa Páez; al general Antonio Guzmán Blanco, prefería la Eglantina; al Dr. Juan Pablo Rojas Paúl, tenía predilección por los Nardos; el General Joaquín Crespo, mostraba emotividad por la Alejandría de color rosado vivo y sugerente; los potentados y enamorados gustaban del Bacarat, la Muselina, Tulipanes, Fucsias, Astromelias, Claveles, Malabares; mientras los poetas colocaban en el ojal de sus palto es: jazmines, rosas en capullos y berberías. Las damas casaderas prendían la Ixora en corimbo en el hombro derecho, en el centro del corpiño jazmines y fucsias en minúsculos Gajos; otras, una recién abierta Bacarat en el lado izquierdo del peinado. Era la época del lenguaje de las flores: los botones rojos, erotismo; botones blancos, inocencia; las rosas en plenitud, sigilo, prudencia; ternura, una rosa en los labios de una soltera; frivolidad, provocación, imprudencia, una rosa roja en la cintura; bajo el seno derecho amor intenso. Los indecisos contaban los pétalos de las margaritas y los juglares, luego de componer y cantar tributaban a la amada con galante genuflexión, la corola de una flor. Ni los poemarios ni los repertorios de los artistas de ambos sexos han escapado al metafórico contexto de las inflorescencias, aunque la sonoridad y los monosílabos de la Salsa y sus incontables derivados y percutores imperantes en la década final del siglo XX, estén solo destinados a brincos y temerarios movimientos.
Ahora definiremos el escenario físico y humano de Carrizal, enfatizando aspectos evocativos y de vigente actualidad. Quienes han nacido o vivido durante años en el Municipio o en su núcleo capitalismo, tienen plena conciencia de las afirmaciones que entregaremos al lector poco versado en los hechos y sucesos acontecidos dentro de la geografía carrizalense, desde el propio momento de su génesis poblacional. Sus comunidades mimadas de la niebla, del sol clemente, de las lluvias fecundantes, repetidas y duraderas de acuerdo a lapsos meteorológicos de antier, ayer y el presente, fue siempre un pueblo atravesado de caminos. Los primeros habitantes, radicados en Los Budares, luego, más abajo, en el Pueblo Arriba establecido en la Roca de Ocoroima; los pioneros, provenientes del archipiélago de Las Canarias (Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas), mestizos del cruce de Guanches y Celtíberos, finalmente, ya sedentados en “Tierra Firme” o Provincia de Caracas, nuevos cruces con aborígenes y negros, pero entregados al trabajo prevaleciendo las tareas agropecuarias, con primacía resaltante en flores, frutas y bovinos, asnos, caballos, gallinas, pavos y tubérculos dentro de las huertas.
Los sembrados de flores diversas, incluyendo típicas del sector (árnica silvestre, pasionaria, orquídeas, reventón, etc.) con sobrada razón le impusieron el NOMBRE DE PUEBLO DE LAS FLORES. En la madrugada, garrote y caña (ron blanco) y los burros cargados con cuatro cesta especiales, bajaban a Caracas, subiendo en ocasiones a Las Minas o directo a Turmero, La Rinconada, El valle, Roca Tarpeya y san Juan o la Plaza Mayor, según las temperadas; también llevaban frutas, queso, hortalizas y la rica mantequilla blanca (manteca de leche). Vino la moda de los cafetales, posteriormente la madera, el cardón y también la cebadilla. Esas añadiduras en nada eclipsaron las flores de Carrizal. En las iglesias de San Antonio, Los Teques, El Valle, Caracas, solicitaban por encargo los Malabares de La Llanada, Barrialito, Los Pozotes y El Trigo; el camino de Barolo, que con los años denominaron BAROLA y le sustituyeron el nombre de Uquira por Urquia, hubo entrado el siglo XX, más flores y cafetales delos Betancourt, Mujica, Ochoa, González y los Marrero.
Para los majaderos, poca importancia tiene para Carrizal la Zona protectora y los precipicios de la microhoya de Quebrada Honda, ambos declives de capital significado ecológico aun libre de “rancheros, conuqueros, malhechores” /guaridas de ladrones y violadores) de donde asciende en apretados bloques neblinas que cubren poblados y florestas, aventajando a Los Teques, que por los años cuarenta mereció el título de CIUDAD DEL CLIMA IDEAL.
Y para corolario, el peregrino o visitante puede constar que en los lados de vías asfaltadas y de tierra, abundan coquetas, e infinidad de flores silvestres. Descontando los Jardines delos Campellos y las fábricas de flores artificiales.


 CARRIZAL
Ciudad Ecológica.
A.L.V.

Carrizal, ciudad del Estado Miranda, está dividido en la actualidad por la carretera Panamericana en dos importantes zonas pobladas. Fue en el pasado y es hoy, la única urbe de Venezuela y de América que merece con legitimidad el título de CIUDAD ECOLÓGICA; cognomento muy envidiado en esta hora cuando la contaminación es una amenaza mundial para la humanidad y que los carrizalenses (carrizaleños), posiblemente nunca han tomado en cuenta, cuyos elementos confirmatorios, son los que menciono de inmediato; desarrollo urbanístico disperso (todos nuestros pueblos y ciudades presentan desarrollo concentrado, es decir abigarrado), asentamientos habitacionales separados de manera significativa, por bosques, matojos, colinas, cubiertas de sábanas(yerbas, gamelotes y carricillos), florestas de arbustos propios de bajíos, sotos de montaña y oteros, que guardan en sus ecosistemas una infinitud de biotopos, cuyos regazos sirven de hábitat, a una rica e incontable biocenosis donde prosperan desde los protofitos hasta los helechos gigantes; de los protozoo hasta las onzas, etc.  
En este mundo al cual hago referencia resaltan los poblamientos que siguen: Los Cerritos, Corralito, Montañalta y Colinas de Carrizal, al Oeste, formando una unidad residencial y comercial; en el corazón del Municipio; el Casco Histórico del Pueblo; al este, las urbanizaciones residenciales en su totalidad; Las Villas, Los Pinos, La Llanada, Los Eucaliptos, Monterrey, Monte Bello y Los Budares. Al Noreste, el núcleo Francisco de Miranda; y al oeste, José Manuel Álvarez y Brisas de Oriente. Hay otros centros adyacentes que merecen cita: Alto de Corralito y los Barrios Bolívar, Gran Colombia, Las Aguaditas, Los Vecinos, La Yerbabuena, Barrialito, Barola, El Sitio, Loma Gorga y muchos más. En cuanto a las cinco factorías industriales, cada estamento tiene ubicación disuasiva.
En el territorio de esta geografía, habitan aproximadamente 70 mil personas (cálculo muy tímido), que disfrutan y cumplen sus actividades acompañadas de una flora y fauna saludable y atractiva en donde los efectos de los principales contaminantes que indico de seguida, son muy poco nocivos: Dióxido de carbono; Monóxido de carbono; Dióxido de Azufre; Oxido de Nitrógeno; Fosfato; Mercurio; Plomo; derivados del Petróleo; Plaguicidas, radiaciones (Pipe) y polución en general; toda esa gama de peligrosos venenos, son neutralizados por la suma vegetal, que ecológicamente coloca a Carrizal como una Ciudad privilegiada, colmada de oxigenantes con la mayoría de sus aguas empotradas y una planta para el tratamiento de aguas negras. Tanto el Gobierno Municipal como la propia ciudadanía, velan esmeradamente por la salubridad y la plenitud ambiental.
Existen buenas y suficientes razones en el tiempo para que Carrizal tuviera antes y tenga hoy por renombre: “El pueblo de las Flores”.          














































Cuatro Documentos Fundamentales de Carrizal (VI)

RAFAEL ENCARNACIÓN PEREZ LEON
“Hijo Ilustre de Carrizal”
Por: M.M.V.

“Prelado Doméstico de su Santidad” fue máxima jerarquía eclesial, de ese niño nacido en Carrizal un 26 de julio 1884, en el seno de una familia conformada por el General Francisco Pérez Carias y Doña Edelmina Enriqueta León de Pérez y sus cuatros hijos: Margot, Cecilia, Luisa y Jorge.
Rafael Encarnación, como en todo niño normal, su infancia transcurre entre su escuela primaria de Carrizal, constantes viajes a la finca en Tácata y a los pueblos vecinos de Los Teques, San Diego, Paracotos y Charallave, el juego con los jóvenes de su época y la asistencia a los cultos dela religión de sus padres, donde los párrocos de Carrizal, Prebístero Fonseca y Cabrera, le insufla de cristianismo militante que se transforma en vocación sacerdotal; le lleva al Seminario de Caracas, se ordena sacerdote el 17 de enero de 1909 y dice su primera misa el 02 de enero de 1909 y dice su primera misa el 02 de febrero en el templo de San Juan Bautista en su pueblo natal.
En su largo y fructífero peregrinaje apostólico el Padre Pérez león realizó una gama de actividades de la más variada índole tales como:
- Párroco de Charallave, Ocumare del Tuy, Los Teques, Carrizal, Catia, Paracotos, San Diego y Tácata.
- Periodista fundador de los periódicos “El Centinela” en Charallave (1916), “La Voz Parroquial” en Ocumare del Tuy.
- Cofundador de hospitales con las Hermanas Religiosas Agustinas entre las que contó la Hermana María de San José, recientemente elevada a los altares por su Santidad Juan Pablo II.
- Fundador de escuelas Parroquiales: “Pío X” de Charallave, Escuela de Música, donde se formaron los primeros músicos de la banda del pueblo, entre los que figuraron: Eulogio Serrano, Evencio Gamez, Oscar Arocha, Arístides Velásquez, Marianote González, Rafael Blanco y Enrique Pérez.
- Crea instituciones culturales que hoy día constituyen joyas del folklore mirandino como lo son los Cofrades del Santísimo Sacramento de Charallave y la delos Indios Coromotanos en Ocumare del Tuy.
- Rescata reliquias históricas y les da el sitial que corresponde, como los casos del rescate delos resto de quien fuera “La Trompeta de Oro del Libertador, Coronel Juan de Dios Agraz en Villa de Cura y su trasladó con toda solemnidad y su colocación en la Catedral de Maracay de la cual fuera Monseñor su Vicario; el rescate y remodelación de las estructuras barrocas de las iglesias de san Diego, Tácata y Paracotos, cuya reconstrucción podemos observar en la actualidad.
El 12 de octubre de 1961, su Santidad Pablo VI, le confiere la Orden Pontificia de “Prelado Doméstico de Santidad” oportunidad en que los pueblos de Ocumare del Tuy, Tácata, Carrizal y Charallave en actos públicos lo declaran su “Hijo Ilustre”.
Después de 56 años de vida apostólica y 84 de edad, entregó su alma al Creador en Ocumare del Tuy un 27 de mayo de 1965.        
               Su vida, modelo de santidad de ciudadano ejemplar compenetrado con la problemática de la Venezuela rural, diezmada por la malaria, la pobreza, las montaneras y el bajo nivel cultural de la población fueron para Monseñor Rafael Encarnación Pérez león, el desvelo permanente de su existencia, razón por la cual el pueblo mirandino como reconocimiento a su Vitae, ha designado como epónimo, una serie de instituciones médico-asistenciales, educativas y culturales.
El Municipio Carrizal ha instituido con el nombre de su Hijo Predilecto la Orden “Monseñor Rafael Encarnación Pérez León”, presea con la cual dicho municipio premia a los nombres benefactores de la patria y la humanidad.  

 CARRIZAL Y LOS BIENES CULTURALES.
G.del C.R.

Sería demostración de ingratitud negar al ciudadano José Manuel Álvarez, hacendado y comerciante nativo de Carrizal, el acto de haber colocado la primera piedra dela Educación y Cultura de Carrizal, cuando estipuló en el momento dela donación de los terrenos del 12 de febrero de 1827 para los habitantes del lugar, que su primera condición comprendía que los padres de familia contribuyeran con una mínima cuota para establecer  una Escuela, donde los niños aprendieran a leer, escribir, rezar y poseer las bases de un oficio o profesión, lo cual ratificó nuevamente cuando entregó formalmente la tierra 1828.
De aquel entonces al presente, la tarea para distribuir la Educación y los bienes Culturales ha sido lenta y dificultosa, debido a inconvenientes del poblamiento disperso, aunque provechoso en el casco Histórico, el menos afectado hasta mediado del presente siglo; en lo sucesivo se han podido aprovechar la concentración humana, las vías de comunicación y otros recursos, para la extensión Educativa y Cultural.
En esta época en la que sólo hablamos de globalización, vemos con suma preocupación que el magnetismo que nos envuelve con ese admirable mundo de la cibernética y la ciencia, va dejando atrás los valores éticos y morales que son los que en definitiva nos ayudan a subsistir con la armonía que como pueblo hemos desarrollado a todo lo largo y ancho de nuestra historia.
Revisando el inventario de recursos humanos, nuestro regocijo no tiene fin, ya que estamos invadidos de un potencial útil y valioso. Imaginemos por un instante en lo cultural, que comienza la actuación desde el sector Gran Colombia, de donde se desprende el baile con las danzas Mayemayán, encontrándose con las danzas de Ana Blanco, sigue su camino hasta conseguirse con el grupo Abuela Julia de Las Aguaditas y la alegría es mayor, cuando se topan con los Diablos Danzantes, de José Manuel Álvarez, siguen el trayecto hasta donde ya están los teatreros demostrados con su arte su saber, y pare usted de contar, cuando todos los grupos de música entona sus rítmicos cantos dando término a una hermosura expresión del espíritu colectivo.
En la Educación, más de veinte (20) planteles insertan en sus programas el Folklore y dan acceso a nuevos bienes provenientes del medio o de la creatividad  del común y delos interactivos del ámbitos pedagógico. La Escuela, madre de al cultura, tienen en carrizal una misión arduo, pero digna de vigorizar y exhibir.     

  
CARRIZAL:
MORADA DEL CLIMA APETECIDO.
A.L.V.
* Los primeros moradores
** Se quedaron para hacer historia
*** El Clima, la tierra, el agua, el paisaje

* Los primeros moderadores de  EL CARRIZAL, lugar situado en un costado del topo “Los Budares” (al sureste actualmente, y naciente del Municipio Carrizal del Edo. Miranda),llegaron al poco tiempo de la fundación de San Antonio de Medinacelli (1º de mayo de 1683) entre los años 1685 a 1690, deseosos de aumentar la cría de vacunos y asnos, animales obtenidos de vecinos piadosos o comprados a plazo. Respetuosos del derecho que merecían los agricultores dedicados al cultivo de maíz, trigo, tubérculos, frijoles, aliños (hortalizas), frutas, instalaron sus establos, más tarde potreros, en las orillas de la quebrada (entonces río) Mapurite, tributario de La Morita(1) o río San Antonio, con la buena suerte de contar pronto con ganado de carne, leche y carga, principal razón, para estar cerca y cuidar de sus bienes, por lo cual levantaron al lado de los corrales, humildes viviendas, posiblemente en 1690, ignorando que pisaban suelo de otro propietario. La toponimia nos ha favorecido, para recordar los apellidos de los fundadores del primer pueblo: los Orta (Horta), Hidalgo, González, Seijas, Bello, Rodríguez, todos de los recién llegados del archipiélago Las Canarias (Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas). Envejecidos papeles han confirmado nuestro criterio, con la sola excepción de carecer de los nombres de aquellos pioneros asentados en lo que antaño fue el pueblo matriz.
** En la matrícula levantada por los vecinos de San Antonio en 1742 figuran cincuenta personas, “con sus anexos” lista adjunta a una solicitud encabezada por el capitán Blas Martín de Orta y con las firmas de don Tomás de Seijas, Juan Domingo González, en la cual piden un “Capellán que viva en el pueblo, diga misa, administre los sacramentos y entierre los difuntos en la iglesia” aparece EL CARRIZAL, y en dicho sitio habitaban quince pobladores; y en la preparada en 1778 del estudio e indagación directa del párroco Manuel Antonio Fernández Feo a los seis días del mes de mayo del año referencia, viven en EL CARRIZAL los jefes de familia que siguen: Nicolás de Seijas y María Dionisia, su mujer e hijos; Nicolás de Oviedo y Cándida, su mujer; Juana Rita de Seijas (viuda) y sus hijos; José Matamoros y Mónica, su mujer; Luis Pinto e Isabel, su mujer e hijos; Francisco de Seijas (Viuda) y sus hijos; Feliciana Pérez (viuda) hijos y esclavos; Ignacio Álvarez y Ana Francisca su mujer, hijos y un esclavo; Juan José Seijas y Rosalía, su mujer e hijos; Isabel María de Carpio (viuda) y sus hijos; José Francisco Martínez y Bárbara, su mujer e hijos; José Dionisio González e Isabel María, su mujer e hijos; Fermín González y María Francisca, su mujer; Antonio Hernández y María, su mujer e hijos; Juan de Seijas y Nicolaza, su mujer e hijos; Francisco de León (viudo) y sus hijos; José Perdomo y María, su mujer e hijos; José Marrero y Josefa Antonia, su mujer e hijos; Juan José Terán y Juana María, su mujer e hijos y nietos; Juan Hernández y Juana Francisca, su mujer; Juan Francisco Seijas y Maria, su mujer e hijos; Domingo Antonio Seijas y Ana María, su mujer, hijo y un agregado; Juan José Seijas y Maria, su mujer e hijos; José Seijas y Francisca, su mujer e hijos; Juan Antonio Seijas y Petrona, su mujer; Bonifacio Pérez (viudo); Miguel Vicente y María Petronila, su mujer e hijos; Félix Antonio Bermúdez y Ana del Rosario, su mujer e hijos; Bárbara Hidalgo (viuda) e hijos; Manuel Perdomo y María Antonia, su mujer e hijos; Francisco Perdomo y maría de la Soledad su mujer e hijos; María Manuela Pérez (viuda) y sus hijos, cuatro esclavos y dos agregados; Andrés Camejo y Rosalía, su mujer e hijos; Antonio de Armas y Josefa, su Mujer e hijos; Domingo Martín Morin y Maria del Rosario, su mujer; Antonio Gamez y Maria Cecilia, su mujer e hijos. Como hecho muy particular, debemos mencionar, que es la primera vez, que se inserte el listado completo de carrizalenses (carrizaleños) reservada para la Historia de Carrizal.
*** Apetecible, preferencial, sugestivo y perfil definitorio, la niebla, la temperatura grata, la brisa fina y mansa, la cálida presencia del sol del mediodía, le dan al clima una pompa de singular dulzura y poderoso atractivo que se hace risueño bajo las mantas o al amparo de las frondas, entre flores, frutales y a los amarillos del árnica, de la tara y del diente de león, o brusca al caer los goterones de lluvia; y el suelo fecundo evoca a los glebatarios al paso de los caballos y de los arreos, y el agua frígida, saltando de los manantiales con musicalidad apenas audible, pero artística en las humedades. Y el paisaje, maravillosa expresión de una geografía sorprendente, quebradiza, siempre llena de verdor y de fragantes olores de gamelotes recién cortados. Son incomparables aunque impetuoso los paisajes del cielo y tierra.



(1) Para algunos hidrólogos, La morita es un afluente del río San Antonio.

Cuatro Documentos Fundamentales de Carrizal (V)

Addenda

(Lecturas Complementarias)


1.    Epoima.
2.    Uquira.
3.    Rafael Encarnación Pérez León, hijo ilustre de Carrizal.
4.    Carrizal y los bienes culturales.
5.    Carrizal: morada del clima apetecido.
6.    Carrizal: pueblo de las flores.
7.    Carrizal: ciudad ecológica.
8.    Carrizal en la mira de los venezolanos.
9.    Carrizal en 1685.
10. Comadronas de Carrizal.


EPOIMA: Cacique de Carrizal.
A.L.V.

Cuando afirmo y confirmo que EPOIMA comandó en calidad de aliados de Guaicaipuro a los guerreros de su comarca, ubicada en las cumbres perennemente nubladas de Los Budares a Caricuao, cima actual denominada Pipe y de Peña Redonda o Macuare hasta Guareguare y sus bajíos, me expongo a que los estudiosos de la historia antigua de Venezuela y en especial de Los Altos de Caracas (posteriormente Altos de Guaicaipuro y hoy Altos Mirandinos) me demanden las pruebas fidedignas, e indiscutibles que se han servido de base y razón, para asignar tan enfáticamente la jefatura dela zona carrizalense (carrizaleña) a un aborigen desconocido hasta esta fecha en que lo muestro a cuerpo entero a la discusión pública y al conocimiento de las generaciones del presente y venideras. Tengo plena seguridad y raigal convicción de que EPOIMA luchó paladinamente dentro y afuera de sus trincheras contra los españoles, desde los años 1561 y 1569, demostrando un valor incomparable en las diferentes combates que lo tuvieron como jefe y conductor. Los elementos probatorios de mis aseveraciones figuran en “Fuentes Antiguas de las Historia Colonial de Venezuela”; en los tratados de MacPherson; “Papeles Coloniales (Aporte para la Historia de los pueblos del Estado Miranda)” de Andrés Hernández Pino, y en “Los Indios Teque y el Cacique Guaicaipuro”, del Hermano Nectario Maria (Louis Alfredo Silvano), y “Guaicaipuro el Cacique de Los Teques”, de Francisco Alejandro Vargas.
Para dar más detalles en lo relativo a EPOIMA, declaro ante mis lectores que el primer aval que me atribuyo consiste en más de diez años detrás de la huella del singular Cacique de Carrizal (espacio geográfico, hermano del Municipio Guaicaipuro, del Estado Miranda) cuyo nombre por vez primera encontré en un viejo mapa del latifundio de los Ascanio-Tovar, más tarde, lo volví a localizar en los terrenos comprados por doña Melchora Ana Tovar y Bañez al Capitán don Diego de Miquilena (1694), y quedó definitivamente corroborado en los papeles inherentes ala ENCOMIENDA concedida a Francisco Román(pág. 72-73 de “Los Indios Teques y el Cacique Guaicaipuro” del Hermano Nectario María, edición de Biblioteca de Autores y Temas Mirandinos, Los Teques, 1987) donde expresa literalmente lo que sigue:
“Otrosí.- encomiendo en nombre de sus majestad real en vos Francisco Román el cacique Epoyma que vive en la comarca de Guacaypuro con todos los indios y capitanejos que a él sean sujetos y con él doy a vos todas sus tierras y términos según que le son anejas y pertenecientes e hago dicha encomienda sin prejuizio de terceros”. Varias líneas después, destaca el Hermano Nectario, lo siguiente: “Epoima (a veces escrito Opoyma), nombre de su principal o cacique, estaba radicado en el asiento o pueblo de Acagüaima”. Habrán constatado, que la existencia de Epoima fue una realidad histórica y es en esta hora de rescate de sus hechos y defensa del suelo ancestral, otro poderoso símbolo de los topos, bajos, vallejos y montaña del actual MUNICIPIO CARRIZAL enmarcado entre el Distrito Federal (Parroquia Paracotos, Municipio Los Salías), Parroquia San Diego y Municipio Guaicaipuro. Para ofrecer otros rasgos del valeroso titán, insertaré una cita final: “Habiendo Francisco Román hecho dejación de su encomienda, fue cedida a Juan Pascual, y muerto Pascual en lucha con los Quiriquires de Tácatas, pasó a manos; en 1574 de Juan de Gámez, y posteriormente a Francisco Tostado de la Peña, quien litigó tiempo después con Andrés González.
Epoima, aliado de Guaicaipuro, corrió en auxilio del Adalid alteño, pero llegó retardado, y observó lleno de rencor como los españoles, en furiosa cayapa con lanzas, espadas, trabucos y cuchillos, diezmaban a los aguerridos partidos del gran Jefe de Los Teques, y pudo únicamente dar protección alas mujeres que ocultas en los montes trataban de salvar sus vidas de la criminal acometida, dejando en completo abandono a Suruapo (Suruapay) el pueblo o palenque principal de la tribu, morada de sus mujeres y de sus hijos. Cuenta la conseja, que entre las mujeres estaba iracunda y rebelde UQUIRA, la más joven y bella de las esposas de Guaicaipuro (los caribes eran polígamos), la cual intentó avanzar desarmada hasta el escenario de la pelea, para morir con su amado, Jefe y esposo. Una leyenda asegura que Uquira (nunca Urquía) cayó en manos de los españoles y prisionera la condujeron junto con otras, a Caracas, de donde huyó cuando los partidarios de Guaicaipuro atacaron a sus carceleros.
Al morir Epoyma, enfrentado a los invasores, lo sustituyó en el mando su hijo Paneme (p. 72, cita 8 del libro del Hermano Nectario) previamente señalado.
Lo antes manifestado prueba un aspecto de la vida y obra del Cacique carrizalense (carrizaleño), mente y brazos que apuntaron siempre (en su época) a la dignificación de sus hermanos y al disfrute de la libertad.


 UQUIRA: Esposa de Guaicaipuro.
A.L.V.

Claroscuros y lisos los cabellos y largos hasta más debajo de al cintura; la piel del color de las hojas tostadas por la sequía: la cara llenita de expresiones mansas y provocativas en el dulce regazo delos mismos, pero agresivas y ariscas en los instantes iracundos: el cuerpo bien proporcionado, sin artimañas coquetas, con una cadera sugerente; las piernas graciosas, de jarretes bien torneados por el salto y agilidad para evadir sierpes, arácnidos y chamizales delas trochas en los bosques precipitados y quebrados;  pies menudos y descuidados, acostumbrados a las cuestas, resbalones, sendas ásperas, veredas estrechas y enredadizas; ojos de miradas inquisitivas, tiernos para las personas amadas y amigas, fieros y penetrantes al calor de la pugnacidad, y cobrizos, como aguas de remolino, después dela tormenta; sonrisa con dibujos de picardía en la escena familiar, desafiante a la hora del rencor; estatura baja típica de la etnia caribe. Con las anteriores características y varios admirables detalles, describen algunos autores de historia antigua de Caracas y sus contornos a la esposa más joven de Guaicaipuro, para unos llamada Urquía; para otros llamada Ziapa.
Información, pesquisas y revisiones de los escritos del Obispo Mariano Martí, Hermano Nectario María, Francisco Alejandro Vargas, Telasco Macpherson y otros, me han conducido a identificar aproximadamente la verdadera favorita del temible cacique dela tribu Teque, al conocer los nombres de las numerosas “compañeras” o esposas preferidas de los principales jefes, de sus parciales y colaboradores, elenco en donde resalta con tintes de ficción la belleza y encantos de una jovencita con el nombre de UQUIRA, amada de Guaicaipuiro y respectada por las otras “esposas” o mujeres del valeroso jefe alteño (los caribes practicaban la poligamia) posiblemente de origen chaima o cumanagoto, capturada en plena pubertad en la zona costera, más tarde dueña del amor del gran Teque, quien la adoraba entrañablemente y la halagaba con frutas, rizonas presas, peonías, colorantes y muchas otras prendas o abalorios de los montes.
Condenado a muerte Guaicaipuro y enviada una partida de españoles con baquianos para arrestarlo, en uno de esos días luminosos de diciembre de mil quinientos sesenta y ocho, salieron a mediodía a cumplir la comisión. A la caída del sol ubicaron el sitio exacto del palenque, aligera distancia de Suruapo o Suruapay, el pueblo o centro dela tribu (actualmente denominado El Vigía, en Los Teques). Pacientes esperaron que desapareciera el sol y asomara la tenue luz de la luna para acorralar al indomable jefe caribe, ignorando que el adalid estaba bien guarnecido y acompañado de su más confiable guerrero. Al surgir las primeras sombras dela penumbra Francisco Infante, acampó en la retaguardia, mientras Sancho de Villar bajo la protección de la espesura y el plenilunar, avanzaba sin prisa ni pausa. Cuando pensaron que dormían atacaron implacables, recibiendo un feroz contra ataque de Guaicaipuro y su gente. Los hispanos contaban unos cuarenta hombres dotados de mosquete y espadas, y en tres o cuatro asaltos comprendieron lo inexpugnable del reducto, motivo para determinar otra manera de reducir al indomable enemigo, lo cual consistió en quemar el vivac, acción cobarde que repentinamente apuntaló la presencia del Cacique y sus veintidós partidarios en el campo del honor, desafiando el peligroso contrincante, antes que morir quemados.  
Uno de los vigías de Epoima, que velaba apostado en el lugar titulado en el pasado “centro del Indio” (hoy Pan de Azúcar, en los linderos de las ciudades de Carrizal y Los Teques) notó a la media noche candelas muy pronunciadas en le pueblo de Suruapo y al acto llevó la noticia a su Jefe, el valeroso Epoima, cacique principal delas montañas de Cuguaime (Acuguaima o Cuguaime) en el actual Municipio Carrizal(1), quien decidido a la pelea salió con sus flecheros a conocer las causas del incendio y prestar los auxilio a su aliado, y muy cerca del punto apreció la criminal hazaña del invasor y el pánico de las mujeres ocultas en los barrancos para evitar violaciones y maltratos. Mientras caminaba cauteloso, pudo amparar a Uquira que intentaba llena de rabia penetrar en el terreno del combate, luego de abandonar el poblado e indicar escondites a los ancianos, mujeres y niños, y enfermos por heridas en peleas anteriores al enfrentar Guaicaipuro a los hispanos. Visto el triunfo, inmediatamente acudió Infante y los suyos, reforzando a Del Villar e impidiendo la confrontación pretendida por Epoima que deseaba aprovechar la confusión de los vítores del éxito para vengar la muerte de su amigo.
A los pocos días, mientras Epoima y un grupo de su capitanejos cazaba y buscaba raíces y tubérculos silvestres, los peninsulares al mando de Francisco de Maldonado, tomaron el poblado de Cuguaime, raptando a las mujeres y niños de pecho, pero admirado Maldonado por la fresca hermosura de Uquira, la ató a las demás, después de vencer sus arrebatos, dentelladas, forcejeos y amagos de huir. Al regresar Epoima, los ancianos y niños que escaparon a la agresión le dieron razón del suceso. Con el objeto de rescatar a Uquira, Epoima excursionó en diversas ocasiones hasta el cautiverio de la que fuera preferida de Guaicaipuro, la que bien vigilada por su cerril carácter, permanecía encerrada en prisión.
Cuenta la leyenda que mientras estuvo presa, dejó de comer, tratando siempre de escapar, y datos confiables aseveran que una noche de aguas torrenciales, el cacique de Cuguaime pudo flechar a los guardianes y salvar del estupor y del ultraje a la indomable mujer, y durante meses la mantuvo en punto secreto e iba a llevarle alimento en compañía de parciales y sus mujeres, cuando atacado en una emboscada cayó mortalmente herido en desigual pelea. Obligada una de sus esposas  con amenazas de brutales torturas, para que revelara el refugio, los condujo a una pequeña gruta, y refiere la leyenda o el relato, que al percibir UQUIRA a los rudos verdugos blancos, entró hasta las estrechas profundidades de la espelunca, y los perseguidores desorientados ante la esfumación únicamente toparon una vistosa ave conocida como PAVITA, cuyo designativo científico es Penélope Jacquacu, y en lo sucesivo llamada indistintamente Pavita o Uquira. Nunca más se supo nada de Uquira, posiblemente quedó sepultada en la oquedad o escapó para desaparecer de los escenarios que fueron testigos de sus dichas y pesares. Para el común de su gente, a la vez, y la evolutiva de futuro la ha mantenido en su memoria y el afortunado acto mágico o casualidad que en situación dificultosa, la convirtió repentinamente en un ave graciosa e inofensiva, muy común en nuestra floresta.    



(1) Acuaguaima, y otros caseríos formaban la población del territorio en donde hoy está situado nuestro municipio.

Cuatro Documentos Fundamentales de Carrizal (IV)

a)   HIDROGRAFIA DE CARRIZAL

Los treinta y seis (36) kilómetros cuadrados dela geografía del territorio municipal de Carrizal, agrupa en su serranía tres (3) micro cuencas hidrográficas de corriente invernal (época lluviosa) que de una manera muy particular conforman en su curioso sistema de escorrentías, propias de terrenos quebrados de altas montañas, una red de múltiples tributarios que producen crecientes caudalosas. La más extensa y larga corresponde al río o quebrada Carrizal, que nace de dos manantiales provenientes del piedemonte del sector Llano Alto, al noreste de la Escuela Granja y sur de la comunidad Barrialito. En su curso recibe los vertederos que siguen: Yerbabuena (constituida por Barola y Las Peonías), Los Pozotes, Corralito, San Pablo (La quebrada San Pablo recibe las aguas del chorro El Indio o Los Budares y La Carbonera, forman esta última por Manzanillo y Barrialito), Santa Isabel, que deriva a su vez de las nacientes Los Altares y Guarataco, Aquilino y el Hondón de Pan de Azúcar. Desemboca la quebrada Carrizal, después de su estirado recorrido en el río San Pedro, entre los puntos de Zenda y Carrizalito, de la carretera Los Teques – Antímano(1).
La segunda microcuenca, la construye una suma de corriente, menos amplia, denominada Quebrada Honda, cuyas cabeceras llevan los nombres de Quebrada Llano Alto y El Silencio, las que se unen en la bifurcación vial que de Carrizal lleva a San Antonio y San Diego. En su curso recibe los afluentes que se indican a continuación: Los Vecinos, Pasatiempo, La Morita, Cantarrana, Palenque, Guareguare, Guareguarito, El Ingenio, San Vicente El Muerto, Los Guayabitos, Potrerito, Las Aguaditas o Paují y El Picacho. Desemboca en el río Paracotos, (también titulado Maitana) en las cercanías del sitio llamado La Eduviges.
La tercera microcuenca, recibe el nombre de Santa María, situada al oeste del Municipio, en las vecindades de Los Cerritos, y tiene sus afluencias o fuentes en las aguas El Cañaón, Vuelta de los Yagrumos y Laguna de Los Patos. En su bajada para desembocar el río Paracotos, cerca de Puruma, le caen las quebradas: El Infierno, El Guamo, La Bandera o Lavandero, Los Pretiles, San Corniel y otras menores.
La primera de las microcuencas corre el norte, y las dos restantes al sur. En tiempo de lluvias torrenciales, sus numerosos confluentes, llenan los cauces, derramado en los bajíos inmensos chorros que anegan los pocos sitios llanos antes de rendir sus causales a San Pedro y Paracotos (Maitana).
    
 b)   LÍMITES DEL MUNICIPIO CARRIZAL.

A manera de colofón insertaremos para fines orientativos los nuevos límites del Municipio Carrizal(1) de conformidad con la división Político – Territorial del Estado Miranda según Gaceta Oficial del 26 de Mayo de 1992, cuyo texto es el siguiente: CAPITULO III MUNICIPIO CARRIZAL, CAPITAL CARRIZAL, ARTÍCULO 36.- Los límites generales del Municipio Carrizal y su única Parroquia Carrizal son los siguientes: NORTE. Limita con el Distrito Federal desde el Topo Peña Redonda hasta el Alto de Pipe, coordenadas 1ro.1.150.190- E: 720.525,límite naturales con el Distrito Federal. ESTE: Partiendo del punto 1ro. 1 Alto de La Mora, nacientes de la quebrada Cantarrana, de coordenadas 1ro. 1.145.670 – E:723.930 en línea recta al punto 1ro. 2 ubicado en el margen derecho de la carretera San Diego a San Antonio con coordenadas 1ro. 1.145.550 – E: 723.720. Desde este punto se bordea la carretera San Diego – San Antonio por su parte derecha hasta llegar al punto 1ro. 3 de coordenadas 1ro. 1.145.415 – E: 723.600, siguiendo la misma carretera hasta el punto 1ro. 4 situado en la intercepción de la carretera San Diego – San Antonio - Carrizal con coordenadas 1ro. 1.145.810 – E: 722.55, desde aquí bordeando la carretera que conduce a San Antonio por su margen izquierdo , hasta llegar a punto 1ro. 5 con coordenadas 1ro. 1.146.055 – E: 722.180, el lindero continúa por una pequeña estribación con dirección Nor-Este hasta llegar al punto 1ro. 6 con coordenadas 1ro. 1.146.290 – E: 722.525 situado en Las Polonías  Viejas, se sigue por el borde izquierdo de la carretera que conduce a Lomas de Urquía hasta llegar al punto 1ro. 7 con coordenadas E: 722.150 – N: 1.146.200 para bordear luego, por su lindero este la urbanización Los Budares y el lindero Norte de la urbanización Monte Bello hasta llegar al punto 1ro. 8 con coordenadas 1ro. 1.146.520 – E: 721.455; desde este punto bordeados la urbanización Parque Residencial San Antonio, I y II Etapas, que son terrenos de inversiones Sena C.A; pasando por los puntos 1ro. 9 con coordenadas N. 1.146.340 – E: 721.200,punto 1ro. 10 con coordenadas N: 1.146.240 – E: 721.040 punto 1ro. 11 con coordenadas N. 1.146.500 – E: 720.720, punto 1ro. 13 de coordenadas N: 1.147.000 – E: 720.710, de aquí se continúa hasta el punto 1ro. 14 situado en la Panamericana de coordenadas N: 1.147.305 – E: 720.725, prosigue el lindero por la carretera Panamericana hasta la entrada de la urbanización Rosaleda Norte, para luego continuar por el lindero sur de dicha urbanización hasta llegar al punto 1ro. 15 con coordenadas N: 1.147.55 – E: 720.460, situado al Nor-este del Centro Comercial Las Minas y desde aquí en punto 1ro. 16 con rumbo Nor-este y de coordenadas N: 1.147.590 – E: 720.220, situado en el topo Sanín bordeando el lindero oeste de la urbanización Club de Campo  y el lindero Nor-este de la urbanización Las Tapias hasta llegar a punto 1ro. 17 situado al final dela calle El Mirador de dicha urbanización con coordenadas N: 1.149.000 – E: 718.525 continuando con el punto 1ro. 18 coordenadas N: 1.149.280 – E: 719.420 ubicado en la Fila de Pipe, que separa al Distrito Federal y Estado Miranda denominada San Vicente, para terminar en el punto 1ro. 19 Alto de Pipe, con coordenadas N: 1.150.390 – E: 720.770. SUR: El lindero continua por la quebrada La Morita hasta la intercepción de la quebrada Los Mameyes, de este punto el lindero toma rumbo Sur-este aguas arriba por la quebrada Los Mameyes hasta interceptar la carretera San Diego-Guareguare, de aquí el lindero continúa rumbo Sur variable hasta llegar a la intercepción a la vía que conduce al poblado El Ingenio, de aquí se continúa con rumbo sur por una fila pasando por el Alto del Burro hasta llegar al Alto del Palenque, continuando por una fila con rumbo Oeste variable, pasando por el Alto del Pozo, Alto de La Laguna en la Fila Guareguarito, continuando por el mismo rumbo hasta llegar a la Boca de la Mora, en la Quebrada Santa María. De donde continúa por dicha quebrada hasta la Boca Santa María o intercepción con la Quebrada que tiene sus nacientes en la carretera Panamericana. OESTE: Limita con el Municipio Guaicaipuro, partiendo de la Boca de la quebrada Santa María el lindero toma rumbo Norte por una quebrada  aguas arriba que viene de la intercepción de la carretera Panamericana a la Altura de la pasarela ubicada a la Salida del sector Vuelta Azul. posteriormente el lindero toma la carretera Panamericana, busca el eje central por dicha vía rumbo Oeste hasta llegar a la intercepción con la Avenida Pedro Russo Ferrer (Vía El Tambor). De allí toma rumbo Nor-oeste por dicha vía hasta llegar a la vía que entra al Centro Industrial Los Cerritos, hasta encontrar el estadium, y de allí toma una línea recta hasta llegar al Alto de Pan de Azúcar (Cerro El Indio),para seguir bordeando los límites a través de una fila limite con la Parroquia Los Teques hasta llegar al Topo Peña Redonda, punto de partida.   





(1) El municipio cuenta con dos lagunetas: Los Lagos y santa María o Los Patos
(1) Las coordenadas (números que figuran en los linderos) abarcan los grados de latitud (la latitud como la longitud están divididos en sesenta minutos y los minutos en sesenta segundo). La latitud se obtiene tomando como referencia la Estrella Polar y el ecuador; se calcula utilizando el ángulo que cubre la distancia entre el Polo Norte y el ecuador (ubicado en la mitad septentrional del planeta); y al sur, por medio del grupo de estrellas conocidas con el nombre de Cruz del Sur. En los dos hemisferios, la latitud se logra midiendo la altura en que se halla el sol a mediodía (el Sol cruza quince meridianos en una hora). La longitud, puede averiguarse, partiendo del meridiano cero, en el cual nos encontramos, y de inmediato contaremos (enumeramos) los demás. Seguidamente se relaciona la hora de dicho meridiano con la del lugar cuya longitud deseamos establecer.