OPINIÓN
LA EDUCACIÓN Y SUS PROBLEMAS
Me duele y me preocupa esta coyuntura de posiciones extremas,
crispación de personas, descalificación mutua, ideologización estéril que
divide a los venezolanos. Con la
polémica y la división estamos distraídos de los verdaderos problemas de
nuestra educación.
La educación, un área tan sensible,
se ha convertido en la arena de lucha de las diferentes posiciones, con dosis
de alta vehemencia. El tema educativo se
ha ido reduciendo a la discusión, ataques y contraataques, llenos de
descalificaciones. Como consecuencia, se
nos escapan del foco, tanto a nivel oficial como privado, los urgentes
problemas que afectan a la educación.
Reconozco y valoro positivamente,
tanto en las autoridades responsables de dirigir las políticas educativas como
en la sociedad civil, el interés por adecuar esas políticas al nuevo marco
constitucional y a la solución de los graves problemas de nuestra educación y
rescatar preceptos constitucionales como los propuestos ya en la época de la independencia,
por ejemplares educadores como Simón Rodríguez, Andrés Bello y el padre
Andujar, entre otros, quienes sentaron las bases de ideas pedagógicas y
sociales, que inspirarían el desarrollo de la ciudadanía en la naciente
República.
Simón Bolívar en sus discursos,
cartas y otros documentos, tuvo la permanente preocupación por el hecho
educativo. En el Discurso de Angostura
de 1819, dejó claro que “Moral y
Luces”debían ser un primordial de la República. En
el proyecto constitucional sentó las bases del concepto de estado docente, al
proponer la creación de la
Cámara de Educación, desde la cual se establecerían las
normas que regirían la enseñanza en toda la República. Asimismo, en sus escritos
planteó gran interés en los problemas pedagógicos, cuyas ideas expresamente
reconoce los aportes de Simón Rodríguez.
Además trata temas curriculares tales como la orientación vocacional
(inclinación, genio y temperamento), la necesidad del estudio de idiomas
extranjeros y el conocimiento geográfico como parte de la formación básica (ver
Proyecto de Ley Orgánica de Educación 2001).
No dudo de que todos los actores
desean la mejor adaptación de los instrumentos legales para la solución de los
problemas educativos. Estoy convencido
de que, con la voluntad política, el compromiso de los órganos de gobierno y el
positivo apoyo de toda la sociedad, las mejores intenciones tienen una muy
buena viabilidad y extensa probabilidad de éxito: tal es el caso del marco legal que se está
proponiendo.
Prof. Horacio González