BREVE
RESEÑA DE LA COMUNIDAD
“LOS
BUDARES”
Esta comunidad originalmente se llamó
“El Arrastradero” y la primera persona en llegar a la misma fue Magdalena
Betancourt, nativo de San Antonio quien conjuntamente con su esposa María de
Betancourt, arribaron al sector en el
cual procrearon 11 hijos. Uno de los
hijos de este matrimonio, el Sr. Francisco Betancourt, nativo de Los Budares,
quien cuenta con 78 años, fue nuestro entrevistado y nos contó que después a la llegada de sus padres, arribaron al sitio,
los ciudadanos Adelo Ochoa, Petra Mejías, Eliodoro Cordovés y Exaltación Ochoa,
quienes con el tiempo compraron al Concejo Municipal de San Antonio los
terrenos que habitaban. Era un sitio
completamente solo en las cuales los primeros habitantes tenían plantaciones de
café y además vivían de la agricultura y la siembra de ocumo chino, ñame
isleño, teque que es un tubérculo parecido al ocumo pero picante, así como de
animales de corral tales como patos, gallinas, pollos, gallos, además de
cochinos. La fauna era abundante en
rabipelados, cachicamos, roedores, zarigüeyas, lapas, aves como guacharacas,
torditos, azulejos, etc.
El agua, la obtenían como casi todas
las comunidades del municipio, manantiales
diversos que surcaban nuestra geografía municipal.
A la llegada de estas familias,
construyeron caminos vecinales para poder trasladarse a efectos de hacer las
compras necesarias en Los Teques, actividad que realizaban cada semana. Cuando pasaban por Carrizal y antes de subir
hacia su residencia, Don Francisco Betancourt le decía a Pancho Matamoros en el
“Bar” que tenía: “…Pancho, dame un “pasa caminos” que era un trago de
aguardiente de esos que llamamos pà’ hombre”, para poder emprender el camino de
regreso; solicitud que él recuerda que la hizo durante muchos años ya que el
clima era muy templado; casi siempre estaba nublado y en algunos pozos se
conseguían láminas de hielo. El sector
era un sitio de impresionante belleza.
A los enfermos había que montarlos en
bestias para llevarlos a los médicos que cobraban la cantidad de Bs. 5,00 para
atenderlos. En el camino se detenían en
el camino real a tomar un refrigerio en la taguara de Aniceto Mujica.
Con el tiempo, Petra Mejías y Eliodoro
Cordovés pasaron a ser dueños de los terrenos tras la compra que habían hecho
al Concejo Municipal de San Antonio y por una irrisoria cantidad, vendieron
esas extensas cantidades de terrenos que comprendían Montebello, Llano Alto y
Los Budares, que es donde están construidas las urbanizaciones desde el año
1970.
Aledaño a Los Budares, estaba Las
Tapias, donde según “los viejos”, estaba la primera iglesia que tuvo Carrizal
en los tiempos de la colonia.
Para poder tener un puente de
penetración hacia la comunidad, tuvieron que entablar un pleito judicial.
Se comenta igualmente, que un panadero
que vivía en el sector se acostó a dormir y un difunto le señalo “un entierro”
y éste se mudó y más nunca vendió pan.
También Justo Cordovés, según cuentan
también encontró “un entierro”.
Entre las anécdotas que nos contaron,
está la de Luz María Cordovés, quien se quemó con un mechurrio y salió prendida
“como una tea”. Era nieta de Adelo
Ochoa, fundador del sector.
Siempre se habló de “fantasmas” o de
“la sayona”, pero nuestro entrevistado nos dijo que “él y su machete”, nunca
tuvieron miedo e hicieron caso omiso.
Esta comunidad limita por el norte con
Las Minas, por el Sur con Barrealito, por el este con Las Polonias antes
llamada El Silencio y por el oeste con la Guadalupe llamada anteriormente San
Pablo.