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DE ABRIL DE 1452
NACE
LEONARDO DA VINCI
Leonardo da Vinci, nació en Vinci, Toscana, en 1452,
y fue Artista, pensador e investigador italiano que, por su insaciable
curiosidad y su genio polifacético, representó el modelo más acabado del sabio
renacentista.
Leonardo da Vinci era hijo ilegítimo de un abogado florentino, quien no le
permitió conocer a su madre, una modesta campesina. Se formó como artista en
Florencia, en el taller de Andrea del Verrocchio, pero gran parte de su
carrera se desarrolló en otras ciudades italianas como Milán (en donde
permaneció entre 1489 y 1499 bajo el mecenazgo del duque Ludovico Sforza,
llamado el Moro) o Roma (en donde trabajó
para Julio de Médicis). Aunque practicó las tres artes plásticas, no se ha
conservado ninguna escultura suya y parece que ninguno de los edificios que
diseñó llegó a construirse, por lo que de su obra como escultor y arquitecto sólo
quedan indicios en sus notas y bocetos personales.
Es, por tanto, la obra pictórica de Leonardo da Vinci la que le ha hecho
destacar como un personaje cumbre en la historia del arte. De la veintena de
cuadros suyos conservados, destacan: La
Anunciación, La Virgen de las
Rocas, La Santa Cena, La Virgen y Santa Ana, La Adoración de los Magos y
el Retrato de Ginebra Benzi. El más
célebre es sin duda La Mona Lisa o La Gioconda, retrato que tuvo al
parecer como modelo a Mona (abreviatura de Madonna) Lisa Gherardini, esposa de
Francisco Giocondo.
Interesado por todas las ramas del saber
y por todos los aspectos de la vida, los apuntes que dejó Leonardo (escritos de
derecha a izquierda y salpicados de dibujos) contienen también incursiones en
otros terrenos artísticos, como la música (en la que destacó tocando la lira) o
la literatura. Según su criterio no debía existir separación entre el arte y la
ciencia, como no la hubo en sus investigaciones, dirigidas de forma preferente
hacia temas como la anatomía humana (avanzando en el conocimiento de los
músculos, el ojo o la circulación de la sangre), la zoología (con especial
atención a los mecanismos de vuelo de aves e insectos), la geología (con
certeras observaciones sobre el origen de los fósiles), la astronomía (terreno
en el que se anticipó a Galileo al defender que la Tierra era sólo un planeta
del Sistema Solar), la física o la ingeniería.
En este último terreno fue donde quedó
más patente su talento de precursor a juicio de las generaciones posteriores,
ya que Leonardo concibió multitud de máquinas que no dio a conocer entre sus
contemporáneos y que la técnica ha acabado por convertir en realidad siglos más
tarde: aparatos de navegación (como un submarino, una campana de buceo y un
salvavidas), máquinas voladoras (como el paracaídas, una especie de helicóptero
y unas alas inspiradas en las de las aves para hacer volar a un hombre),
máquinas de guerra (como un puente portátil y un anticipo del carro de combate
del siglo XX), obras de ingeniería civil (como canalizaciones de agua o casas
prefabricadas), herramientas y maquinaria de tipo industrial (como una
hiladora, una laminadora, una draga o una cortadora de tornillos),
fortificaciones, etcétera.
Sin embargo, el genio de Leonardo le
encaminó a tal cantidad de objetivos diferentes que apenas ejerció influencia
sobre la marcha de los distintos campos que tocó, aunque sí obtuvo un gran
prestigio personal, que ha perdurado hasta nuestros días. Muchos de los
proyectos que emprendió quedaron inacabados cuando otros nuevos atrajeron su
interés; y, en cuanto a los inventos, se limitó a concebir ideas útiles, pero
no se esforzó por plasmarlas en modelos viables que pudieran funcionar, por lo
que la mayoría de sus investigaciones fueron especulaciones teóricas sin
consecuencias prácticas. En ellas se concentró a partir de 1516 cuando, con las
manos afectadas por una parálisis, pasó a vivir en Francia bajo la protección
de Francisco I.
Murió en Amboise,
Turena en 1519.