martes, 7 de abril de 2015

Propietarios de tierras en Carrizal (III)

 Propietarios de tierras en Carrizal (III)




Retomando el estudio de las familias propietarias de terrenos en Carrizal, podemos deducir que mucho después de la Donación de los Terrenos por parte de Don José Manuel Álvarez, éstas tierras fueron adquiridas por tres (3) familias de agricultores que se destacaban en el escenario comunero: los Ochoa, por medio de Santos, padre y Exaltación, hijo, quienes se consolidan como productores de café; los Biord quienes adquieren la posesión “San José” por redención y tierras no comuneras en La Llanada; y los Marrero, también productor de café pero en menor cantidad. En su afán de expandir sus producciones, compraban tierras a particulares, además, pedían la redención de las parcelas donde tenían bienhechurías, a la Junta Administradora.
Pero éstos no fueron los únicos enfiteutas que hemos mencionado, radicados en ésta zona.  También estaban: Bonifacio Padrón, quien tenía unas arboledas de café, una casita de bahareque en el centro y un cambural en San Vicentino.  Éstas bienhechurías habían sido compradas a Felipe Tejera, ya que José Dolores Bello las había hipotecado.
También hay que nombrar a Ángel María González Pérez, quien era nativo de Las Minas y tenía laborando en el lugar más de treinta años y fue redimido del pago de los terrenos en el año de 1915, al igual que Santiago Flores, quien tenía un terreno en el sitio denominado “La Culebra” por más de diez años. En 1920, Valentín Martín, tenía en el lugar llamado “El Oro”, una posesión donde había una hacienda de café y una casa, la cual habitaba desde más de un año, para el momento en que se hizo efectiva la redención.
El caso de Donato Montaña es particular, porque compró a Enrique Pérez Carias, una posesión ubicada en “San Vicente, en terrenos de la Comunidad de San Antonio de Los Altos, jurisdicción del Municipio Carrizal, por el precio de 1200 bolívares, en el año de 1908. El pago se acordó en el documento de compra-venta, a ejecutarlo en tres cuotas de 400 bolívares anuales cada una, pero resultó que el comprador falleció después de haber cancelado uno de los pagos, y se encargo de la cancelación del resto el señor Manuel Belisario, el 28 de marzo de 1911, quien tomó para sí la propiedad.
También se erigen como agricultores, ciudadanos de apellidos Izarra, Silva, Sánchez y Belisario.

Entre los años 1915 y 1921, Ángel María González Pérez, ya mencionado, tenía una expensa porción de tierra situada en Las Minas con valor de Bs. 200; Santiago Flores con una extensión de terreno situada en “La Culebra”, que limita al este con la quebrada “Las Tasajeras” y al oeste con la posesión de Luís Rodríguez, con valor de Bs. 200; Exaltación Ochoa, con extensión de terreno donde tenía su arboleda de café en el lugar llamado “Las Marías” y otra arboleda de café que compró a su padre Santos Ochoa, en el lugar llamado “Las Minas”, con valor de Bs. 600; Valentín Martín, con extensión de terreno situada en el lugar denominado “El Oro”, con valor de Bs. 300; Ángel María Marrero, vecino de Carrizal con una extensión de terreno situado en el lugar denominado “La Planada”, con valor de Bs. 200 y otra en el lugar denominado “La Maquinita”, con valor de Bs. 368; y Félix María Izarra, analfabeta, vecino de Carrizal, quien poseía extensión de terreno en otra área del sector denominado “La Maquinita” y otra en “Las Marías”, con valor de Bs. 160; Luís Rodríguez, con una extensión de terreno para la agricultura ubicado entre “Las Polonias” y “Los Budares”, con valor de Bs. 180; Cruz Damián Belisario, vecino de Carrizal, con extensión de terreno en “Las Minas” del municipio Carrizal, con valor de Bs.100; Ramona Cordovés, con extensión de terreno ubicada en “Los Budares”, con valor de Bs.180; Pablo González Bello, con extensión de terreno situado en el lugar denominado “Las Maquinitas”, con valor de Bs. 200; Juana Ángela Belisario con una porción de terreno situada en San Vicente, Jurisdicción del Municipio Carrizal, con valor de Bs. 600; y Teodora Belisario de Gómez, con porción de terreno ubicada en “Las Marías” del Municipio Carrizal, con valor de Bs.100.  

Bibliografía: Desestructuración de la Propiedad Horizontal

San Antonio de Los Altos. Fernando Oduber

Propietarios de tierras en Carrizal (II)

PROPIETARIOS DE TIERRAS EN CARRIZAL (II)


De la misma manera que los Biord, la familia Ochoa logró su consolidación como arrendatarios de los terrenos de Carrizal y San Antonio de los Altos y como propietarios de los terrenos adquiridos por compra de los mismos a los herederos del señor Encarnación León.
Originalmente, todos esos terrenos pertenecían al señor Encarnación León, el terrateniente de mayor ascendencia en la zona a mediados del siglo XIX.  Al fallecer éste en el año 1887, se los deja en herencia a su esposa Josefa Crespo de León y a su hija Elvira León de Sánchez, quienes a su vez dividen sus partes y las valúan.
Estas propiedades, constaban de dos haciendas denominadas “Los Pintos” valorados en 1.200 Bolívares, y la Hacienda “El Gavilán”, adquirida originalmente por Encarnación León, por compra que hizo las señoras Vegas, siendo el valor 6.000 Bolívares. En la posesión “Gavilán”, existían dos cafetales valorados en 2.400 Bolívares, uno, y el otro radicado en el lugar denominado “Perinola”, valorado en 2.000 Bolívares.
En “Los Budares”, se declara un derecho de terreno que fue comprado por Encarnación León, al señor José Manuel Rodríguez, valorado en 1.800 Bolívares. Asimismo, adquirió la posesiones de café denominada “La Guadalupe”, la cual fue valorada en 8.800 Bolívares;  la llamada “Landa” que le hizo al Dr. Manuel María Landa, y que para el momento de la transacción constaba 8.800 Bolívares; Potrero del Medio, comprada a Ramón Mijares años atrás, valorado en 800 Bolívares y “La Llanada” comprada a las señoras Vegas por la cantidad de 2.800 Bolívares.
La magnitud de estas propiedades es tal, que todo fue valorado en 63.320 Bolívares que, divididos por la mitad tocaba a Josefa Crespo de León la cantidad de 31.660 Bolívares y a Elvira León de Sánchez, la otra mitad.
La primera se quedó con la mitad del dinero proveniente de la posesión “Gavilán”, la oficina, la casa y todos sus bienes; la otra “Gavilán” comprada a las señoras Vegas,   “La Guadalupe y todos los cafetales existentes en el terreno, “La Perinola”, “La Llanada” y “Los Budares”, conjuntamente con todas las bestias expresadas en la herencia.
A la otra heredera se le dio la suma de la mitad de la valuación de los derechos de la otra posesión “Gavilán”, la hacienda “Landa”, la posesión “Potrero del Medio”, el terreno de “Vega”, donde estaba construida la oficina de café y todos los demás edificios, así como parte de las bestias y reses heredadas.
En el documento agregaba que el señor Encarnación León, encontró minas en diferentes puntos de sus posesiones y adquirió los derechos consiguientes, pero al no serle posible fijarles valor cierto, no lo colocó en el documento de la herencia, aclarando que desde ese momento establecerían lo que le correspondiese por mitad.
Posteriormente, los Ochoa se erigieron como uno de los grupos económicos más importantes de la localidad.  Adquirieron bienhechurías de café situadas en terrenos comuneros y compraron parcelas lindantes entre Carrizal y San Antonio.
El proceso de adquisición fue el siguiente: el 16 de septiembre de 1916, Exaltación Ochoa, vecino de Carrizal, obtuvo la redención de un terreno ubicado en el sector “Las Minas” y se denominaba “Las Marías”, en donde había unas arboledas de café que le compró a su padre Santos Ochoa.  A su vez, Santos Ochoa compró a su hijo Ignacio Ochoa la mitad de la hacienda “La Guadalupe” el 7 de noviembre de 1919, que éste había adquirido a particulares y no a la comunidad de San Antonio.
Los propietarios de los terrenos de Carrizal, eran pequeños agricultores que iban ocupando los terrenos situados en el pueblo e iban delineando el mismo. Eran extensiones en las cuales construían una casa con su huerto para el autoconsumo y en el resto eran arboledas de café, algunas con otras casitas de bahareque y tejas, propias para habitación y comercio en algunos casos.

El caso de Santos Ochoa fue diferente, ya que el adquirió el terreno de “Las Marías”, pero también compró posesiones lindantes como la hacienda “La Guadalupe” y “El Gavilán”.

Bibliografía: Desestructuración de la Propiedad Horizontal

San Antonio de Los Altos. Fernando Oduber

Propietarios de las Tierras de Carrizal (I)

CARRIZAL DURANTE LA SEGUNDA DÉCADA DEL SIGLO XX
(PARTE I)



Durante la segunda década del Siglo XX, seis familias ostentaban el mayor poder económico en los Altos Mirandinos pues tenían las mejores tierras tanto en calidad como en cantidad. Estos ciudadanos fueron José Gregorio Abreu quien poseía tierras en San Diego y San Antonio y las obtuvo por herencia familiar; el General Juan Vicente Gómez en San Antonio, quien  se convirtió en el terrateniente más poderoso de Venezuela por enfiteusis que significa una relación jurídica entre dos personas mediante la cual una de ellas autoriza a la otra a disponer y disfrutar perpetuamente o por largo tiempo de sus propiedades; Virgilio Biord en San Antonio, ya que su familia las había obtenido por contrato con la comunidad antes de 1897;  Exaltación Ochoa en Carrizal, quien tenía posesiones de café desde varios años atrás; José Dolores Bello en San Antonio, por que tenía tiempo viviendo en el lugar; e Inocencia de González,  por herencia familiar.
En cuanto a Carrizal se refiere, la expansión de la propiedad territorial de la familia Biord, de origen francés, se evidencia el 18 de enero de 1907, con la adquisición por la cantidad de 1.725 Bolívares de una porción de terreno denominada “La Llanada”, cuyo dueño anterior era la señora Elvira León de Sánchez, habitante de Carrizal y las había heredado de su padre Encarnación León, terrateniente que tenía en su poder además de “La Llanada”, las posesiones “Gavilán, “Los Pintos”, “Perinola”, “La Guadalupe”, una parte de terreno en “Los Budares”, “Potrero del Medio”, y “La Carbonera”. Hay que aclarar que en esa venta, la señora León acotó en el documento suscrito, que en el mismo terreno existía una arboleda de café perteneciente al señor Calixto Pérez habitante de Carrizal, quien pagaba una pensión anual de arrendamiento de 60 Bolívares y una posesión del señor Gregorio Castillo, también habitante de Carrizal, quien cancelaba una renta de 25 Bolívares anuales.  Al adquirir la hacienda, Biord debía definir judicialmente su relación con estos arrendatarios ante el Juzgado Departamental de Guaicaipuro.
El 12 de enero de 1909, Virgilio Biord vende la hacienda “La Llanada” a la señora Luisa Agustina Lousseau, mediante un documento de venta por la cantidad de 4.000 Bolívares.  No obstante la venta ejecutada, el contrato establecía la reserva de la montaña y madera de la posesión vendida, el derecho a fundar y hacer fundar en ella plantaciones de café o en cualquier otro punto por el vendedor,   así como también cultivar un terreno de 3 hectáreas en el sitio denominado “El Pomarroso”, radicados en la misma “Llanada”. 
Igualmente, Virgilio Biord se reserva la libertad de tener en la posesión, hasta 15 reses para pastorearlas.
El día 5 de noviembre de 1912, la señora Lousseau le devuelve en venta “La Llanada” a Virgilio Biord, tan sólo por el valor de 2.000 Bolívares, la mitad de lo estipulado en el contrato anterior.
La transacción se realiza en dos partes: 1.500 Bolívares en efectivo y dos vacas americanas de color negro, una llamada “Golondrina” y la otra “Negrita” valoradas en 250 Bolívares cada una.
El día 31 de julio del año de 1916, Virgilio Biord decide finalizar una controversia que adquirió con Calixto Pérez desde el año 1907, cuando la señora Elvira León Sánchez le vendió la hacienda “La Llanada”,  con la venta definitiva del terreno de “Pasatiempo” a Calixto Pérez, culminando la disputa existente.
Posteriormente, Biord le vendió a su hijo Raúl una parte de “La Llanada” por el valor de 3.500 Bolívares, en la cual existían dos arboledas de café; la de Calixto Pérez y la otra de Santos Ochoa.
En el contrato indicaba los derechos de Raúl Biord en relación con la construcción de una acequia que cogiera media parte del agua de Quebrada Honda para su posesión y la otra parte para su padre; o sea que entre ellos se distribuirían por mitad el agua que bajaba por la quebrada.


Bibliografía: Desestructuración de la Propiedad Horizontal
San Antonio de Los Altos. Fernando Oduber