martes, 15 de octubre de 2013

Historia de Carrizal (XXIV) (José Manuel Álvarez)

JOSÉ MANUEL ÁLVAREZ
EL FILÁNTROPO DE CARRIZAL 


El día seis de Mayo de 1778 fecha en que se realiza el primer Censo Poblacional de Carrizal por el presbiterio Manuel Antonio Fernández Feo, en el mismo se registra entre las treinta y seis familias que poblaban el vecindario de Carrizal, unas de ellas conformadas por el Don Ignacio Álvarez, su esposa Doña Ana Francisca de Álvarez, sus hijos y un esclavo. Los hijos de esta familia que se tenga referencia fueron Francisco y José Manuel y es del veinticuatro de Junio de 1821 cuando una vez finalizada la Guerra de Independencia con la Batalla de Carabobo en compañía de sus hermanas, repiten las diligencia hechas con anterioridad por los carrizalenses tendente a lograr la erección de un curato para el lugar, que prestara los auxilios religiosos a la feligresía; aunque tuvieron opositores, el vicario del Arzobispado mediante un informe razonado y favorable a las tantas veces solicitada parroquia el 17 de Abril de 1826 se crea bajo la advocación de Don Juan Bautista de Carrizal.
   José Manuel Álvarez quien por muchos años ejerció el cargo de mayordomo de las posesiones propiedad de Doña Rosalía Madrid, heredera y descendiente del Conde de la Granja; por deuda de Señora Madrid a José Manuel, esta le da en venta parte de sus predios el sitio de Carrizal; terrenos esto que el 12 de Febrero de 1827 fueron donados por José Manuel Álvarez a sus paisanos en acto de filantropía, con dos finalidades: La primera para la creación y sostenimiento de una escuela y la segunda para el trabajo agrícola.
La primera de las razones que da José Manuel Álvarez para hacer la donación en referencia dice mucho de esa gran sensibilidad humana, pues al ver el grado de ignorancia, se propone que con los alquileres de los terrenos se podía crear y sostener una escuela que como dice textualmente el documento: " Que convencido que la rusticidad con que se crían los jóvenes de este pueblo es por no haber medios con que establece y sostener una escuela para su Educación, y sean útiles a Díos, a la república, a sus padres y si propios. Que por el amor con que miro este lugar de donde procede, por el bien de mi alma y de la humanidad, vengo a ceder y cedo de mi libre franca y espontánea voluntad, haciendo gracia donación ínter vivos a beneficio de este indicado pueblo y sus posteridad ". Es realmente el Filántropo de Carrizal por excelencia.
Para José Manuel a esta escuela debían concurrir preferiblemente los niños de Carrizal de precarios recursos económicos, los que tuviesen medios pagarían: cuatro reales por cartilla, cinco reales por libro y seis reales por la enseñanza de la escritura y ocho reales por, la Aritmética; además se les debía enseñar la religión católica y llevarlos a misa; en 1827 comienza a funcionar la escuela que tiene por su primer maestro a Don Juan Manuel Soto y como suplentes a Tomás García y a Juan José Rodríguez.
Después de una larga y fructífera vida, muere Don José Manuel Álvarez rodeado de su prole y heredero de cuya estirpe surgieron grandes hombres.
El pueblo de Carrizal recordará por siempre a este su hijo y para ello la inmortalización su nombre en una de sus Calles Principales, en una de sus populares barriadas, en la U. E. José Manuel Álvarez al final de la calle del mismo nombre y el Concejo Municipal ha instituido la CONDECORACIÓN JOSÉ MANUEL ÁLVAREZ para los servidores de la patria y la humanidad que se hagan merecedores de la mismo. 
RETRATO DE JOSÉ MANUEL ÁLVAREZ
FOTO (DIBUJO) QUE ME DONÓ REINALDO DAMIÁN BRACHO AVENDAÑO
PARIENTE DE JOSÉ MANUEL ÁLVAREZ


Historia de Carrizal (XXIII) (Día de Carrizal)

Para hablar del 17 de abril como el día de Carrizal, tenemos que remontarnos a los tiempos de los primeros asentamientos ocurridos en los Altos Mirandinos (ayer Altos de Guaicaipuro).
Se trataba de asentamientos de familias canarias fundamentalmente. Algunas tenían ayudas de negros esclavos.  Eran en su mayoría agricultores, practicaban la ganadería y la fe católica, aunque no siempre podían contar con la ayuda de un sacerdote.  Esa inquietud religiosa fue creciendo de manera insistente y constituyó el impulso inicial hacia la creación de la primera parroquia carrizaleña. 
Los pobladores de Carrizal, conocieron del trabajo desarrollado por el fraile Gregorio de Ibi, quien estableció un centro doctrinario católico en San Antonio de los Altos.

En 1683 se establece la Fundación Primero de Mayo, en San Antonio, la cual continúa la obra del fraile Ibi. En 1742, en San Antonio se suscribe el primer Memorial al Obispo de Caracas, mediante el cual solicitaban un Capellán.  Los carrizalenses apoyaron la iniciativa de estos servicios que beneficiarían a San Antonio, Carrizal, El Corozal, San Pedro y Paracotos.
En visita pastoral a los Altos Mirandinos en octubre de 1772, el Obispo Mariano Martí recibió una solicitud formal de parte de personajes carrizalenses, para la construcción de una iglesia la cual fue denegada.
La guerra de independencia en 1812 de alguna manera afectó las aspiraciones de Carrizal de contar con su propia parroquia; no obstante, las tentativas continuaron. Los vecinos de Carrizal, comenzaron pese a la negativa, la construcción de una capilla la cual bautizaron Capilla de la Virgen del Carmen.  Cuando el Párroco de Los Teques, Miguel Santana se entero del hecho montó en cólera por el desacato y el desaire.  Comunicó al obispo lo ocurrido.  Luego de largo alegato en 1818 de nuevo niegan la parroquia a Carrizal.  El argumento fue la pobreza, la falta de dinero para construir una iglesia y con que pagar al cura.
Eran momentos de formación de la Gran Colombia y por ese motivo parte de las diligencias tuvieron que manejarse en Bogotá. De nuevo la oposición de las autoridades eclesiásticas frustró las aspiraciones de los carrizalenses, quienes no se amilanaron y siguieron su lucha.

El Provisor y Vicario del Arzobispado elaboró un informe convincente y es así que ante tales argumentos la superioridad eclesiástica, tuvo que crear la parroquia el 17 de abril de 1826, con el nombre de San Juan Bautista.  Esta acción contó con el visto bueno de Don Cristóbal Mendoza, Intendente de Venezuela, decisión que fue ratificada el 16 de agosto de 1826 por el Vicepresidente del Departamento de Venezuela.