miércoles, 8 de abril de 2015

Doña Juliana Aular de Castro

DOÑA JULIANA AULAR DE CASTRO
     Doña Juliana Aular de Castro, nació en Gavilán (Guareguare), hija de Carmen Barreto de Aular (†) e Ignacio Aular (†), de San Diego y Paracotos, respectivamente quienes además de Doña Julia procrearon otros dos (02) hijos más de nombre Pedro y Escolástico Aular.
           A muy temprana edad, doña Juliana llegó a estos lados, donde conoció al señor Pedro Castro(†) con quien posteriormente se casó y se mudó a la Parroquia El Valle de Caracas.  De dicha unión procrearon cuatro (4) hijos.
            Eran tiempos difíciles en el país, lo presidía Wolfgang Larrazábal.  La capital estaba muy convulsionada y decidió con su esposo retornar a los Altos Mirandinos. Carrizal era el sitio ideal.  Esta pequeña población ya se “estaba civilizando” y habían algunos sectores que eran ideales para la crianza de los pequeños, por su tranquilidad y contacto con la naturaleza.
            Las montañas de Carrizal, les pareció el lugar perfecto para emprender esa nueva vida aunque era un lugar de difícil acceso ya que era una montaña con una “trocha” en la que había mucho pantano debido a la gran cantidad de pequeños manantiales que bajaban a encontrarse con un pequeño riachuelo que desembocaba en Santa María.
            Las señoras María de Lourdes, Carmen Teresa y Berta Emilia del Rosario Campagna Álvarez, propietarias de unas tierras heredadas de sus padres, comenzaron a vender parte de sus propiedades a unos ciudadanos que llegaron a carrizal, entre ellos: Doña Julia Castro, Vivián, Pedro Aular, Félix Cartaya, José Pérez, los Quintana, los Ávila, los Pereira y los Díaz.
            Se trataba de Las Aguaditas; el único camino era una trocha de tierra y los vecinos comenzaron a agrandarla y convertirla en carretera de tierra; con las diligencias de Doña Juliana en el año 77, la Gobernación del Estado la pavimentó en concreto armado.
En el año 1985 la señora Juliana hizo diligencias tendientes para conseguir dos (2) jepps de transporte público para que trabajaran después de la inauguración de la carretera lo cual ocurrió en ese año. El servicio atendería a aproximadamente 70 familias. Posteriormente comenzó a hacer las diligencias pertinentes para el empotramiento de aguas negras.
              Tras la muerte de un niño del barrio a quien habían tenido que velar sin luz, doña Julia se comprometió con los habitantes del lugar que haría lo necesario para conseguir el alumbrado público, razón para que los habitantes la nombren presidenta de la Junta de Vecinos tanto de Las Aguaditas junto al sector Gran Colombia, para ese entonces  “Barrio Sin Ley”.  A los 8 días llegó la noticia que a los dos sectores les iban a poner electricidad. 
            Tras sus gestiones desde el año 1976, ante la Compañía Anónima Electricidad de Venezuela (C.A.L.E.V.) y ante el Concejo del Municipio Guaicaipuro, se logró para la comunidad, dieciocho (18) postes para el alumbrado público.
            Organizaba festivales para los niños.  Bajaba a Caracas y hacía diligencias ante los entes públicos y privados y regresaba con bolsas de juguetes para los niños de la comunidad.
            Doña Julia tiene innumerables nietos y ahijados en el municipio ya que le ha “echado el agua” a muchas más personas en el municipio;  es madrina de confirmación de otros tantos.
            En una oportunidad inició y ganó una querella judicial ante la fábrica de aluminios “El Brillante”,  quienes echaban a la quebrada desperdicios químicos, lo que constituía un peligro inminente para todos los habitantes de la comunidad. Con sus gestiones llegó hasta el Ministro del Ambiente para hacer valer derechos de su comunidad.
            Tiene muchos reconocimientos otorgados por numerosas personalidades e instituciones públicas y privadas en virtud a su abnegado trabajo socio-comunitario, podemos mencionar:
Diploma de Honor “Francisco José Palacios”
Reconocimiento del Club de Leones de Carrizal
Placa de la Junta Comunal del Municipio Carrizal
Placa otorgada por la Comunidad “Las Aguaditas”
          Por su incansable trabajo social y trabajo de altísima honradez y capacidad, Doña Juliana Aular de Castro forma parte de nuestro boletín.  ¡Larga Vida! para Doña Julia.


Santísima Virgen de las Almas Consagradas

Relato de las apariciones de la
Santísima Virgen María “Madre de las
Almas Consagradas”

El día 06 de febrero de 1993, en la casa de Oración en Carrizal Estado Miranda, después de la adoración al Santísimo, salimos de la Capilla a ensayar algunos cantos a la Virgen.
A eso de las 7:20 p.m., nos llamó la atención unos destellos como relámpagos de color azul en el jardín.  Al instante todos vimos a la Santísima Virgen María posada sobre una mata de cambur a unos cuantos metros de distancia de donde nos encontrábamos; se movía, abría las manos y levantaba los ojos al cielo; la vimos bajo diferentes advocaciones.
Su  figura  de  tamaño  natural, muy resplandeciente, iluminaba todo el bosque con luz blanca y azul muy tenue.
Una hermana que dudaba, al querer acercarse para asegurarse de lo que veía, sintió una voz que le dijo: “No lo hagas”.  Luego la virgen pidió a esta hermana que nos arrodilláramos porque nos iba a bendecir.  Vio como se puso de rodillas, levantó sus manos y nos bendijo.
Seguimos rezando y fue cuando vimos desprenderse una estrella del manto de la Virgen que cayó en tierra.
La Virgen estuvo allí hasta las 5:45 a.m., del día 7 de febrero.
A las 11:00 a.m., y sin hacer ningún comentario al respecto, nos acercamos al sitio de la aparición y pudimos ver que todo estaba cubierto de escarcha plateada
Al  día  siguiente, en  la limpieza de la casa, se  encontró escarcha  de todos los colores en el piso, en los cuartos y en las paredes.  Las rejas estaban  cubiertas con un polvo plateado parecido al que se dio en el sitio de la aparición.
Éste fenómeno se fue extendido en las comunidades como lo había prometido en mensaje privado dado el día 09 de febrero de 1993: “Ésta manifestación se extenderá al mundo entero como una fuente de gracia y señal de mi cercanía”.
El día 19 de febrero aparición de nuevo; observamos como las estrellas pasaban delante de Ella desprendiéndose y dejando su estela al desaparecer, otras titilaban lentamente como si el firmamento se volcara sobre Ella.
Terminó su mensaje diciendo: “...Ésta es mi advocación: Virgen María Madre de las Almas Consagradas”.   Ésta vez estuvo hasta las 4:30 a.m., del día 20 de febrero de 1993.
Desde ésta fecha, Ella misma se encargó de dar a conocer su aparición a otras comunidades y congregaciones, cuyo testimonio se encuentra escrito.
En sus mensajes deja ver que éste sitio “Mi Bosquecito”, como Ella le llama “es lugar de adoración y recogimiento”.
 Sus primeros mensajes han sido para las Almas Consagradas (sacerdotes y religiosos), e invita también a los laicos a orar y pedir por ellos.
El día 23 de diciembre, en el mensaje Nº 10 expresó: “Hijitos...hijitas, en todos los lugares de mis apariciones llegáis buscándome con los ojos del cuerpo, no con los del alma y del corazón y esto hace que se disipe vuestro corazón, ¿Cómo me veréis realmente con tan poca fe?. Si disipáis vuestros espíritus impedís sentirme a vuestro lado y en vuestro corazón…”
En el mensaje Nº 11explicó su advocación: “Hijitos...hijitas, con amor y alegría os doy a conocer mi advocación, para que la deis a conocer, llenos de amor, al mundo entero.  Hijitos míos: mi corona de espigas, representa la Eucaristía que es alimento y centro de vuestras vidas.  Mi vestido blanco con estrellas, la luz que a través de mí brilla para vosotros.  Mi Rosario, cadena que os ata a Mí, camino que los lleva al Cielo.  El Corazón representa a todas mis Almas Consagradas.  La Cruz que sale de él, es la entrega incondicional de vuestras vidas.  Los Rayos, son las Gracias que a través de Mí, mi hijo Jesús derrama sobre vosotros.  Mi hijo Jesús, con los brazos extendidos y mirada fija en vuestra entrega, os recibe a todos unidos en un solo Corazón.  Os cubro con mi manto”.
“El 06 de febrero de 1994, al cumplirse el primer aniversario de su aparición, manifestó: “Hijitos...hijitas, tomad a mis más pequeños y en unión con vosotros, venid a mi Puerto de Salvación todos los viernes y entrad en recogimiento y oración, y celebrad el sacrificio de mi Hijo Amado y orad por mis intenciones.  Os tengo en mi corazón”.
Os pido, rezad y llevad el Santo Rosario, es la mejor arma contra Satanás”



Tomado de Tríptico de la Casa de Oración
de la Virgen María “Madre de la
Almas Consagradas

Fincas Inmediatas a Carrizal

FINCAS INMEDIATAS  A CARRIZAL

Desde sus primeros pasos, los pioneros o familiares fundadores de Carrizal tuvieron como norte el trabajo  AGROPECUARIO,  destacando la faena ruda del sembradío o del arado. Aunque pobres, la mayoría  contable con vaca de leche y algunos con uno o dos bueyes. Eran los tiempo del añil, el trigo, los granos de habas, hortalizas, aves de coral y en las cuesta  el maíz; en los terrenos  suaves la papa y otros rizomas  y tubérculos. Finalizando el siglo XVIII, por  los años 1795 bajos, lomas, declives y cumbres montañeras quedaron cubiertas de un nuevo grano que dominaría en los dos climas (templado y cálido)  de la región, llamado CAFÉ. Poco quedaron exentos de la tentación, y los fértiles territorios de abundantes aguas AL TUY (vertientes en los cuatros) derramaron sus cornicopias de DINERO BIEN GANADO A PLENO SOL, y  en las cosechas  al leve soplo del céfiro cargado de niebla gélida. Los días eran santificados, y los cantos de cosechas fonéticas religiosas: “Oh virgencita querida / ayudame a ganá el pan/ aligera mi partida/ que mis hermanos  se van”, otra semejante: “Santa Virgen  milagrosa/ cuídame de cangilones / de la araña ponzoñosa /  de tropiezos y resbalones “.
Pocos eran los hombres dedicados a la recolección  de café y muchas las mujeres y muchachos canasta al cinto apuñando el rojo producto bajo sombra de guamas, jabillos y bucares,  expuestos a las mordeduras de culebras, picadura de arácnidos y minúsculos  insectos perniciosos, sin embargo, obtenían suficiente para la compra de la comida y la ropa, incluyendo las alpargatas y la “fumada o el trago”, y luego “CACHIMBO Y TROJA”  en las noches de luna o de “oscurana” (oscuridad).
Al ritmo de la siembra y la cosecha el pequeño vecindario, sujeto a todas las virtudes, el amparo de los padres y al resguardo de los hermanos mayores, CARRIZAL vive en paz y favorecido por el bien y el progreso. Unos alcanzaron riquezas con los cultivos de anchos y extensos cafetales; otros dedicados al comercio del grano, y  pocos entregados al vicio, ocio, los timos y la zanganería. La solvencia en los tratos la registraban  con pocas palabras: Lo que digo lo cumplo con o sin testigos o “mi palabra es un documento”. Cuando doña Melchor Ana de Tovar y Bañez compró, el campo estaba casi virgen, con pequeñas huertas y conucos. Igual sucedía con San Antonio, Los Teques y San Pedro. Pero ya existían los sitios mencionados y San Diego, Paracoto, Tácata, Charallave, Sabana de Ocumare y Macarao.
Entre las firmas o haciendas que rodeaban a Carrizal bien entrado el primer cuarto del presente SIGLO XX los dueños de los cafetales, eran entre otros los que indico de seguida: LANDA, parte de Alberto Machado, Eduardo Pérez Benitez  y otra de Manuel Bravo, incluyendo a Corralito (Corralito, Montaña Alta, Colinas de Carrizal  y Altos de Corralito); El Potrerito, de los Álvarez, hasta los años setenta por don Vicente  Campagna; La Yerbabuena y sus amagamientos y anexos fluviales, de los Biord (don Raúl e hijos), Manuel Canino, Marcelino Alfaro, Manuel Mujica  y Encarnación Rodríguez; La Guadalupe, de Gregorio Cordovez, la mayor parte; la Oficina, de Ángel Maria Marrero; los Mangos, de Pantaleón Carrasquel: San Pablo, de Santos Ochoa; Bajo de la Llanada, de  Francisco Hernández  y Pedro Pérez; la Aguadita, de Lino Cartaza, y otros que figuran en mi trabajo HISTORIA DE CARRIZAL.
Los nombres de las personas mencionadas  los he obtenido en conversación y entrevistas con lugares mayores de setenta años. Pero la lista todavía está incompleta, y vendrán a enriquecer el mosaico  de propietarios de sembradíos, otros personajes


DE: ANIBAL LAYDERA VILLALOBOS