DÍA DE SANTA BÁRBARA BENDITA
Una antigua tradición escrita en griego en el siglo VII, cuenta lo siguiente acerca de Santa Bárbara:
"Durante el reinado de Maximiano en la ciudad de Nicomedia
(actualmente Izmit, Turquía) había un hombre muy rico llamado Dióscoro, quien
era pagano, supersticioso y estaba abocado a seguir la errónea costumbre local
de adorar dioses irreales. Dicho personaje tenía una hija muy hermosa llamada
Bárbara, a la cual celaba sin motivo alguno. Para evitar que Bárbara tuviera
contacto con la gente, Dióscoro hizo construir una torre muy alta y allí
encerró a su hija hasta que decidió entregarla en matrimonio a uno de los
príncipes que la pretendían atraídos por el misterio que rodeaba su encierro.
Ante la situación el padre de Bárbara un día se dirigió a ella y le dijo:
"Hija mía, los príncipes de comarcar lejanas y cercanas han llegado hasta
aquí para pedir tu mano, por ello te ruego que me digas que quieres hacer ante
esta situación". Al escuchar a su padre Bárbara sintiéndose ofendida
le contestó: "Padre mío, mi decisión es no casarme, pues nunca he pensado
en ello, así que te ruego que no me obligues a hacerlo".
Realmente hablaba en serio, ella vivía pensando en llevar una vida perfecta
sumida en la búsqueda del verdadero y único Dios, por lo tanto pensaba que si
accedía a las proposiciones de los príncipes se alejaría de su meta: el
acercamiento al ser supremo. Esto decepcionó tanto a Dióscoro que fue a vivir a
un país lejano por un tiempo. Bárbara ante la ausencia de su padre aprovechó
para colocar una cruz en el baño y añadió una ventana más a las dos que ya
tenía la torre para así simbolizar a la Santísima Trinidad. Luego de esto
Bárbara fue bautizada y siguiendo una de las costumbres místicas de San Juan
Bautista sólo comía miel y langostas.
Luego del bautizo de Bárbara dicho baño, que estaba formado por una serie
de piscinas, quedó consagrado y se sabe que allí los ciegos de nacimiento
recobraban la vista. En ese momento ya Bárbara estaba fortalecida por su fe lo
cual la ayudó a vencer al demonio y esto lo demostró cuando reaccionó ante los
ídolos paganos de su padre escupiéndolos y diciéndoles: "Todos aquellos a
los que vosotros habéis inducido en error y creen en vosotros serán como
vosotros". Luego de ocurrir esto se retiró a orar y a venerar a Dios en la
torre y en ese momento fue consagrada por el espíritu santo y adquirió la
gloria espiritual que poseen todos los santos.
En el año 235 D.C su padre regresó del viaje y ya había culminado la
reestructuración de la torre y éste le preguntó a los obreros: ¿Por qué habéis
hecho tres ventanas?, y ellos sorprendidos contestaron: "Porque su hija
nos lo ordenó". Ante esto Dióscoro mandó a llamar a Bárbara para
definitivamente conseguir una respuesta al dilema que se le había presentado
con las tres ventanas. Cuando su hija se presentó le hizo la misma pregunta y
la respuesta fue la siguiente: "Mandé a hacer una ventana más para que
fueran tres, porque tres ventanas dan luz a todo el mundo y a todas las
criaturas, en tanto que dos ensombrecen el Universo".
Entonces se dirigió con ella a los baños y le preguntó, con gran ánimo de
que le aclarara la situación, por qué una tercera ventana si con las dos que
habían llegaba suficiente luz al lugar, y Bárbara respondió: "Esas tres
ventanas representan claramente al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, los
cuales son tres personas en un solo Dios, en el que debemos creer y al único
que debemos adorar". La reacción de Dióscoro fue violenta, tanto así que
saco su espada para matar a su hija allí mismo, pero la ya consagrada virgen
comenzó a orar y milagrosamente levitó por los aires gracias a la protección
divina y llegó volando a una lejana roca inmersa en las montañas.
Testigos de esto fueron dos pastores que la vieron volar y a su padre
persiguiéndola preso de la ira. Al llegar a las montañas Dióscoro la tomo por
los cabellos y decidió llevarla para ser juzgada y limpiar su propio nombre
ante la gente de la ciudad. Bárbara fue apresada y enjuiciada, en ese momento
dándole una nueva oportunidad de que recapacitara ante su creencia de la
existencia de un solo Dios, el juez le dijo: "Así pues, elige entre
sacrificar a los dioses y salvar tu vida, o morir cruelmente torturada", y
Santa Bárbara respondió: "Me ofrezco en sacrificio a mi Dios, Jesucristo,
creador del cielo, de la tierra y de todas las cosas".
Esa fue su sentencia, después de ser apaleada y torturada durante días, la
santa tuvo la visión del señor Jesucristo en la prisión. Pasaron los días y
como Bárbara mantenía su posición ante el castigo, el juez decidió que fuese
decapitada por la espada. En ese momento Dióscoro segado por la obsesión de
limpiar su nombre arrebató a Bárbara de las manos del juez y la llevó a la
cumbre de una montaña junto a otra mártir llamada Juliana.
En el camino Santa Bárbara se alegró porque sentía que se aproximaba el
premio a su devoción por Dios y mientras su padre la arrastraba hacia la
montaña hizo la siguiente oración: "Señor Jesucristo, Creador del Cielo y
de la Tierra, te ruego que me concedas tu gracia y escuches mi oración por
todos aquellos que recuerdan tu nombre y mi martirio. Te suplico que olvides
sus pecados, pues tú conoces nuestra fragilidad", en ese momento escuchó
que desde el cielo provenía una voz que le decía: "Ven Bárbara, esposa
mía, ven a descansar en la morada de mi padre, que está en los cielos, yo te
concedo lo que acabas de pedirme".
Después de esto fue decapitada por la mano de Dióscoro, su propio padre,
junto a Juliana, recibiendo las dos en ese momento la corona del martirio.
Luego de haber finalizado el horrendo crimen Dióscoro comenzó a bajar de la
montaña y en el camino fue fulminado por un rayo que descendió de los cielos,
cual fuego celestial. Santa Bárbara fue sepultada junto a Santa Juliana por un
noble de nombre Valentino en un pequeño pueblo donde posteriormente ocurrieron
muchos milagros".
Santa Bárbara pertenece al grupo de los 14 Santos Protectores y fue una de
las santas más populares en la edad media, virtud que conserva en la
actualidad. Además de tener tantos devotos en la población es la patrona de los
militares, específicamente de los artilleros. También lo es de los mineros,
arquitectos, albañiles y constructores, esto debido a lo que relata su historia
cuando remodelaron la torre donde vivía. Para los versados en el conocimiento
esotérico Santa Bárbara protege principalmente a quienes se hallan en peligro
de muerte y no tienen sacramento, debido quizás a la oración que hizo la santa
en el momento de su muerte.