CRÓNICAS DE LAS COMUNIDADES
CARRIZAL EN LA HISTORIA (XII)
Como es bien sabido por todos, Don José
Manuel Álvarez, donó los terrenos en donde está fundada Carrizal y
evidentemente tenía fijada su residencia en el pueblo.
Al transcurrir los años al frente de la Iglesia , llamado por los
lugareños “el copo de la loma” estaba una casa que fue de Rafael Encarnación
Pérez León y éste a su vez la cedió a Luís Peña; la casa desmejoró mucho, razón por la cual
decidieron demolerla aproximadamente en el año 1944; en ese lugar comenzaron a
construir la plaza principal del pueblo, hoy Plaza Bolívar.
En
esos terrenos donde está la plaza había una población de yagrumos, algunos muy viejos, en donde,
según la imaginería popular, José Manuel Álvarez prevenido de que robaran su
fortuna durante las guerras que hostigaron ésta localidad después de la Batalla de Carabobo,
enterró dos cajas de morocotas de oro fino de la llamadas “El Águila”, lugar
que vigilaba constantemente.
A
los pocos meses del “entierro”, falleció don José Manuel Álvarez en la ciudad
de los Teques. La noticia del posible
“entierro” se propagó por todo el pueblo e incluso a las poblaciones aledañas a
Carrizal; imagínense estimados lectores
la procesión de personas entre “propias y extrañas”, familiares o no del difunto,
solos o en grupos, en madrugadas tormentosas, con abundante neblina, bajo
cualquier inclemencia del tiempo, buscarían el tan ansiado tesoro, pues el
enigma de dónde estaba, se lo llevó el difunto1.
Los
más creyentes en asuntos misteriosos, se colocaban en lugares estratégicos
cercanos a la plaza y “tabaco y ron” en mano, cual chamanes en trance,
invocaban la presencia del alma del difunto y realizaban toda clase de
“sesiones”, esperando alguna clase de respuesta acerca del lugar donde estaba
el escondite.
La
plaza Bolívar de Carrizal en la actualidad se emplaza en una zona de elevación,
con escaleras a su alrededor en una zona
totalmente plana. También está bordeada
por un espacio abierto con abundante vegetación característica de la zona y en
el centro hay un bello pedestal con la estatua pedestre del Libertador, lugar
en donde nadie sospecharía que están “enterradas” dos cajas repletas de
monedas de oro puro.
La
otra plaza existente en Carrizal, es la Plaza Las Américas. Antes allí hubo una casita
que fue de Mariano López, la cual fue demolida para hacer la plaza. Está
ubicada en el cruce de la calle Las Flores y la Calle Bolívar , ésta
última por mucho tiempo fue llamada la
Calle de Abajo, la cual en las “fiestas patronales” o de “San
Juan Bautista” se convertía en una
inmensa manga de coleo que desde “Los Malabares” hasta la actual ferretería
“Tenampa” hacían los vecinos con bambúes cortados en los riachuelos o quebradas
aledaños.
Bajo
aquel clima colmado de neblina; de pantanosos caminos vecinales rodeado de
verduras, hortalizas, “monte y culebra”, con pantalones arremangados hasta las
corvas, los vecinos bajaban hasta la quebrada que cruzaba la “vega” en donde
había un árbol de los llamados “Lechero”, muy grande, que cubría con sus
ramajes un gran espacio, en donde fue construida la plazoleta (Las Américas),
en Los Malabares, que antes no era esquina, sino la apertura de un varios
caminos. Uno que conduce a San Diego y
pasa por el sitio de Los Vecinos, amplios cafetales hoy convertidos en ranchos
y casas; otro hacia la falda del cerro anteriormente llamado “La Chancleta ”, hoy
denominada Calle La
Dificultad o la Calle Sucre ; otro que viene de la Calle Arriba ó Calle
del “topo de la loma” (hoy Iglesia San Juan Bautista de Carrizal) y el otro que
va a la Calle
de Abajo ó Calle Bolívar.
Al
pozo que se hacía en esa quebrada de agua limpia y solitaria denominada
Carrizal, en ese lugar, llegaban a bañarse los muchachos que estaban
iniciándose en la escuela, también las damas cuarentonas del poblado ya que a
esas aguas se les atribuía una determinadas virtudes, así como un gran valor
medicinal debido la riqueza en sales minerales que contienen sus aguas.
Asimismo, el pozo le servía de hospedaje a viajeros, quienes llegaban al sitio
y se detenían a hacer sus sancochos para seguir su ruta.
El
otro sitio que había para bañarse, era la quebrada del sitio “La Carbonera ”, que está hoy
a un costado de la
Panamericana , anteriormente llamado “El Pozo de Cajigal”, hoy
con serios problemas de contaminación y completamente cercado por ranchos y
casas.
- Véase
Encantos, duendes y aparecidos y...algo más de Carrizal. Aníbal Laydera Villalobos. Págs. 27, 28, 29