PERFIL DE UN CRONISTA
La palabra
Cronista, hunde sus raíces en la palabra griega cronos, que significa
tiempo. La terminación “ista” equivale a
cultivador. El Cronista es el hombre o
la mujer, que cultiva el arte de narrar los hechos históricos ocurridos en el
tiempo y en cualquier espacio.
El Cronista es
el hábil tejedor que maneja los hilos de los acontecimientos. Su habilidad combina la armonía que deleita,
el entretejido de la trama y de la urdimbre.
La urdidora es su pluma o su máquina o cualquier lápiz. El cronista prepara los hilos de la noticia
histórica para pasarlos a telar de la crónica rompiendo dificultades y barreras
y atravesando murallas. A veces oyendo el silbido de las balas...esto ocurre
con los cronistas de la guerra. Guerras
de todo tipo, que matan siempre a alguien y a veces martirizan al cronista.
El Cronista
hilvana los hilos de los acontecimientos.
Escoge los colores vivos del pequeño o rico detalle anecdótico. Selecciona la riqueza del motivo o causa
histórica, que él embellece, con la agudeza y finura del artista que retoca la
crónica.
El Cronista es
el escultor de la historia. El Cronista plasma, disecada en palabras la
historia de los hombres y los acontecimientos que nos abrazan, enmarcadas en la
circunstancias de tiempo, lugar, modo e instrumentos.
El Cronista es
el filósofo de la historia. El busca, en las entrañas más recónditas de los
acontecimientos históricos, el por qué, la causa de los hechos. Esa es la ocupación fundamental de su
filosofía, buscar la razón de las cosas, sus causas. No hay efecto sin causa.
El Cronista sabe
que historia “est magistra vitae” (Cicerón). Si, la historia
es maestra de la vida. Aunque los
hombres seamos, a veces tan torpes para aprender y por no aprendemos bien,
cometemos los mismos errores...Pero el que enseña es un pedagogo y el cronista
es el pedagogo permanente, que a golpes del martillo de su palabra, con cariño
y con amor a la verdad, va retocando la escultura intelectual de la humanidad,
transmitiendo el poder transformador de los signos históricos de los tiempos.
El Cronista es un enamorado de la única dama
venerable que nos hace libres: La verdad histórica. “La verdad os hará libres, nos revela la Biblia, ese libro sagrado
donde han ido a beber su divina inspiración todos los cronistas, porque es el libro que nos revela la
crónica histórica y eterna narrada, porque es el Cronista más veraz, en el eterno intento de hacernos sus
hijos.
El cronista desgrana su vida, haciendo honor a la verdad histórica; está muy cerca de Dios, porque Él es la verdad
absoluta y toda verdad
reside en él. DEUS VERITAS EST = Dios es la verdad. Los
hombres somos más libres cuando nos acercamos más a la fuente de la verdad que
es Él. Ese
es el perfil científico del Cronista.
El
Cronista de hoy no es un simple investigador, escudriñador y publicador de
datos. Es el custodio y guardián del
medio ambiente, del urbanismo estructural, de la nomenclatura, de la cultura,
del folklore, de las toponimias, de los hitos y lugares históricos y de la
idiosincrasia de su ciudad, es por ello que después del Alcalde, es la
personalidad más importante de su conglomerado, porque es él quien tiene la
información del acontecer citadino.
Debe
ser en lo posible apartidista, de recto proceder, veraz, popular, defensor
pertinaz de sus convicciones y de su ciudad, de puertas abiertas a recibir
preguntas y dar respuestas
Saber
oír, compartir sin egoísmo sus conocimientos, no dejar pasar por alto cualquier
detalle por insignificante que éste pudiese parecer, porque de las pequeñas
cosas resultan las grandes.
Hay
dos aspectos muy importantes para delinear el perfil del Cronista. ¿Cuáles son?
Tener amor por lo que se hace y querer a su ciudad. Porque el perfil del Cronista es el perfil de
su ciudad.
Juan José Flores
Cronista de
Ocumare del Tuy