MADRE ANA MARÍA PÉREZ
RENDILES
Nació en Los Teques el 11 de
septiembre de 1929, en medio de una familia muy cristiana y acomodada
económicamente. Sobrina de Madre Carmen Rendiles, primera Superiora General y
fundadora de la Congregación una vez separada de Francia. Llamada por el Señor no
dudó en abandonar su vida de comodidad para entregarse a su servicio. El 25 de
diciembre de 1959 se presentó sorpresivamente a casa de su tía Madre Carmen y
se quedó sin prestar atención a todas las sugerencias que se le hacían. Se
entregó libremente a una vida de sencillez y pobreza, a la disciplina y
costumbres del convento, muy diferentes de lo vivido hasta ese momento.
De una caridad innata, no podía
ver a nadie pasando trabajo porque todo quería solucionarlo, incluso
involucrando a su familia que siempre la secundaba. La familia de cada hermana
era objeto de su preocupación, sobre todo cuando se encontraban en alguna
necesidad.
Desempeño cargos de
responsabilidad en la Congregación, superiora local en varias comunidades,
maestra de novicias, ecónoma general y superiora general en un sexenio. Ya al
final de su vida y de común acuerdo con sus superiores, impulsada por el anhelo
de ayudar a los sacerdotes, se dedicó a la obra de Patiecitos en San Cristóbal.
Allí puso a funcionar un taller de costura de ropa litúrgica y complementó el
taller con objetos litúrgicos y vasos sagrados a precios económicos para
facilitar su adquisición.
Amante de La Eucaristía, no
escatimó nunca gastos para el ornato y elegancia en la liturgia y culto del
Santísimo Sacramento. Fina y delicada en el trato y atención a los sacerdotes y
seminaristas, a ellos brindó siempre todo apoyo y les ayudaba en lo que creía
necesario. Siempre trabajó generosamente por las vocaciones.
El 21 de marzo de 1999, a los 69
años de edad y 39 de vida religiosa, un accidente automovilístico detuvo su
paso por esta vida terrena, pero le abrió las puertas del Paraíso y al fin pudo
decir ante el trono del Altísimo la aclamación que con frecuencia repetía:
“Alabemos al Señor”.
Tomado de carrizal-miranda.gob.ve
1 comentario:
Dios me dio la oportunidad de estar y vivir muy cerca de ella..la cual siempre supo manejar cualquier situación dentro y fuera de la congregación.. fui una de ellas y tuve mi más bella experiencia a su lado ..donde quieras que estés madre ana María cuidame y protegerme VIVA JUSUS HOSTIA . POR SIEMPRE MADRE
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