DIA
MUNDIAL DE LA PAZ
01 DE ENERO
Desde 1968, el primer día del
año, se celebra el Día Mundial de la Paz, instituido por el Papa Pablo VI, con
el lema: “De la justicia de cada uno, nace la paz para todos”. Esta expresión nos
ofrece la oportunidad de reflexionar sobre la construcción de la paz en el
mundo, tan anhelada y tan difícil de conseguir, al igual que la justicia.
Existe una estrecha
relación, constante y dinámica entre la justicia y la paz. Ambas tienden al bien de todos y cada uno,
pero cuando una se ve amenazada, ambas vacilan, lo que implica que cuando se
ofende la justicia, también se pone en peligro la paz. El concepto de justicia que se nos ofrece es
dinámico y vivo; defiende e impulsa la
dignidad de las personas y se ocupa del bien común al promover las relaciones
entre los pueblos y las personas.
Sin embargo, hay que
reconocer con dolor, que el contenido de este lema es violado dramáticamente en
el mundo en que vivimos, por la opresión, los conflictos, la corrupción y junto
a ello, la interpretación deliberadamente distorsionada de las definiciones
contenidas en la Declaración Universal de la Paz, declaración que según “…ha de
ser observada íntegramente en el espíritu y en la letra…”
Así pues, al comienzo
de este año, en la celebración del Día Mundial de la Paz, nuestro llamado es a
hacer reflexiones de valor para que la conmemoración de la fecha no quede en
meras actividades formales, sino que nos comprometa a luchar por la paz y la justicia.
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