lunes, 23 de marzo de 2015

Junta Comunal de Carrizal. (III)

JUNTA COMUNAL DE CARRIZAL
ACTA Nº 3

En el número anterior de este Boletín les anunciamos que escudriñaríamos las sesiones 2 y 3 del Libro de Actas de la Junta Comunal del Municipio Carrizal, correspondientes a los meses de septiembre y octubre del año 1895, pero por razones de espacio sólo analizaremos la sesión Nº 2.
            A tal efecto, en el pueblo de Carrizal, una de las parroquias que formaban parte del antiguo Cantón de Caracas, sitio de arraigadas costumbres, de maravillosos cultivos de hermosas flores y aromático café, el día 09 de septiembre de 1895, se reunieron los ciudadanos Francisco Pérez Carias, Fernando Pérez, Ricardo Valero y Emilio Díaz, en el salón municipal con el objeto de instalar la nueva junta provisoria nombrada por el Concejo Municipal en fecha 31 de agosto de 1895. 
            Procedieron a dar cumplimiento a lo ordenado en la Ley Orgánica del Poder Municipal del Estado Miranda y resultó electo como Presidente el General Francisco Pérez Carias, hombre de recio carácter, gran disciplina implantada por su condición de militar, combatiente en más de una revolución, de muy buena pluma y conocimientos, que lo llevó muchas veces a ocupar cargos en el gobierno regional; padre además, de un hijo ilustre de Carrizal como le fue el monseñor Rafael Pérez León; como Secretario Interino quedó electo Pedro Avilán.  Estos ciudadanos aceptaron el cargo y prestaron el juramento de Ley.
            Acto seguido exigieron del presidente anterior, cuenta de los fondos que existían y oficiaron al recaudador  del  municipio  para  que  rindiera las cuentas del último trimestre;  el sobrante que hubiera lo destinarían a tres obras que eran muy importantes: la cárcel, la casa municipal y la casa del cura de la parroquia.
            Los trabajos de la cárcel y la casa municipal estaban algo adelantadas y se exigía su pronta edificación ya que lo poco que se había construido se estaba desmejorando por los embates del tiempo; a su vez había una casa desocupada y la nueva directiva de la Junta Comunal solicitó a los miembros en esa Sesión, alquilarla si lo creyeren conveniente, para entregársela al cura de la parroquia, solicitud que fue apoyada y aprobada por unanimidad.
            Era tan importante y había tanta premura en la construcción de la cárcel, que el Sr. Ricardo Valero, integrante de la junta provisoria, propuso que se nombrara una comisión para que se activara y se inspeccionara el trabajo de la misma, por lo que se autorizó al General Francisco Pérez Carias, Presidente de la Junta, para vigilar y proceder a su ejecución.
            Las buenas posibilidades económicas de la  del General Pérez Carias, le daban el aval para ser una de las personas más importantes de toda la región de los Altos Mirandinos. Años después de morir su esposa Edelmira León en 1885, el general contrajo nuevas nupcias; en esta oportunidad con una joven nativa de Carrizal, sobrina del benefactor del pueblo José Manuel Álvarez de nombre Isabel Álvarez.

            En el próximo número ampliaremos esta información y examinaremos la Sesión Nº 3.

Junta Comunal de Carrizal. Año 1896. (II)

JUNTA COMUNAL DE CARRIZAL
AÑO 1896.
Continuamos con el estudio de las reuniones de la Junta Comunal de Carrizal, en los últimos años del siglo XIX, y encontramos que los días 3 de mayo y 1º de julio de 1896, se reunieron las sesiones normalmente sin puntos que tratar.  No obstante, el día 15 de agosto hubo un nuevo nombramiento de los integrantes de la Junta de Caminos Transversales que recayó sobre los ciudadanos: Ángel María González Pérez, Federico Díaz y Antonio Bravo, quienes fueron notificados y aceptaron el nombramiento.

            El día 13 de septiembre de ese mismo año, en reunión de los miembros de la Junta, se dio lectura al acta anterior y a la “Memoria y Cuenta” que presentó el Jefe Civil de la recaudación y gastos de los fondos del cementerio, que resultaron los siguientes: Por concepto de Ingresos recaudaron la cantidad de Bs. 167,50 y los Egresos sumaron la cantidad de Bs. 41,88; en la construcción de una pared de norte a sur en el cementerio municipal, se gastaron Bs. 35,63; luego de otros gastos inherentes al municipio, quedaron en Caja Bs. 25,oo que fueron destinados a la construcción parcial de la Casa Municipal.  Por concepto de renta de cebadilla se recaudaron Bs. 20,oo y Bs. 117,25 de tareas extras realizadas por la tesorería de la Junta Inspectora de Tareas.
            En la misma sesión se tomó en cuenta una petición que hiciera el ciudadano Manuel María Hidalgo de un pedazo tierras en el lugar denominado: “Cañada de los dos caminos” con los siguientes linderos: Naciente: una sabana que linda con el cafetal de Antonio Bravo; Poniente: cafetal de Claudio González, Norte: Camino de Carrizal que sigue hacia Caracas; Sur: Quebrada que da agua potable a la población. 
            Puesta en discusión la anterior solicitud, fue aprobada y habiéndole concedido y puesto en posesión al solicitante de la extensión de tierras, nombraron a los ciudadanos Emilio Díaz y Fernando Pérez, como diputados para imponerle la condición expresa de que pagaría anualmente como gravamen o renta de diez bolívares (Bs. 10,oo) por hectárea y asimismo, debía cercar según lo establecido en la Ley de Policía 
para evitar los daños que pudieran ocasionar los animales de los habitantes de ésta población.  Estos requisitos anteriormente descritos, eran obligatorios; sin ellos ninguna persona tenía derecho a poseer las tierras solicitadas.  Se cerró la sesión de ese día dado a que no había más puntos que tratar.
            El 1º de noviembre de 1896, se reunió de nuevo la Junta Comunal sin incidencias. 

            El 24 de diciembre de ese mismo año, se reunieron de nuevo los miembros de la Junta Comunal y se dio lectura a una solicitud hecha por el ciudadano Mariano López de una hectárea de terreno, situada en el lugar conocido como “La Quebrada Arriba”, y dos peticiones más hechas por los ciudadanos Eusebio Pinto y Medardo González en el lugar denominado “Potrero del Burro”, todas estas solicitudes fueron hechas con el fin de sembrar café y frutos menores, terrenos por los cuales los solicitantes debían pagar anualmente la cantidad de diez bolívares (Bs. 10,oo).  Las solicitudes fueron concedidas y pusieron en posesión a los solicitantes.
            Pasaron algunos meses sin puntos que tratar en la Junta Comunal y el día 7 de noviembre de 1897 se procedió a dar cumplimiento a un oficio suscrito por el Presidente del Concejo Municipal, en el cual exigía que se nombrara la Junta Clasificadora del Municipio con el fin de hacer un estudio y proceder a su aprobación si fuere conveniente, nombrándose a los ciudadanos: Lisandro Álvarez, Heriberto Valero, Rafael Díaz Ferrer y Luís R. León y como suplentes a los ciudadanos: Pedro Luna, Juan Bautista Díaz, Manuel Manco y Luís Benítez, nombramiento que posteriormente sería participado al Concejo Municipal del Distrito Guaicaipuro para su conocimiento.
            En esa misma sesión, se dio lectura a una solicitud interpuesta por el ciudadano: Basilio Rodríguez, de una hectárea de terreno en el lugar denominado: “La Cañada Grande” (parte alta).  Se comisionó a los ciudadanos: Gral. Heriberto Valero y Emilio Díaz, para inspeccionar el terreno y hacer un estudio para la posible posterior entrega...





Carrizal en 1895. Actas de la Junta Comunal (I)




 


CARRIZAL EN 1895 
ACTAS DE LA JUNTA COMUNAL

Son dignas de todo crédito las Crónicas que traemos en éste segmento de nuestro Boletín, ya que son recolectadas a través de “Testimonios Orales” de personajes que han hecho historia en nuestro municipio y son “Patrimonio Viviente” de nuestra localidad,  así como también de manuscritos y documentos que nos han sido proporcionados por personas interesadas en éstos temas y que son parte del patrimonio, los anales y acervo histórico local.
            De uno de esos documentos, obtuvimos que día 25 de agosto del año 1895, se reunieron en la Casa Municipal de Carrizal a deliberar acerca de una comunicación que habían recibido del Concejo Municipal del Distrito Guaicaipuro, los ciudadanos: Juan N. Díaz, el general Francisco Pérez Carias, Fernando Pérez, Francisco Díaz Rodríguez y Héctor Pérez, quienes eran miembros de Junta Comunal.
            Este Oficio exigía al Jefe Civil, una nueva plancha para reorganizar la Junta, por estar incompleta y por lo tanto en acefalía.  El Presidente de la Junta, Sr. Juan N. Díaz, propuso a los presentes que discutieran quienes serían los recomendados para ocupar los cargos vacantes; luego de un receso de quince minutos y estando de acuerdo todos los miembros se hizo la proposición, que fue entregada al Presidente de la Junta, para su conocimiento y aprobación si lo creyera conveniente;  la misma quedó integrada de la siguiente manera: Miembros Principales: ciudadanos: Francisco Pérez Carias, Carlos B. Bigott, Ricardo Valero, Fernando Pérez y Emilio Díaz; para Suplentes: Francisco Díaz Rodríguez, Víctor Pérez, Heriberto Valero, Toribio Landaeta y Juan Bautista Díaz.
            Acto seguido, el ciudadano Juan N. Díaz,  presentó su renuncia tanto como Presidente de la Junta Comunal como a miembro de la misma, exponiendo razones legales contempladas en el artículo 27, título 6 de la Ley del Estado (Ley vigente para ese momento histórico), siendo aceptada por todos los miembros y dando cuenta por escrito al Presidente del Concejo del Distrito Guaicaipuro, acerca de esa decisión y las resoluciones que habían tomado en ese día.
            Este acto, fue firmado y legalizado por el renunciante, Sr. Juan N. Díaz, por el general Francisco Pérez Carias (nombrado presidente en ese acto) y Fernando Pérez, autoridades municipales de entonces.
            Los testimonios obtenidos en esta Sesión, están transcritos e impresos en el Libro de Actas de la Junta Comunal de Carrizal, correspondiente a los años 1895 - 1932, y del cual vaciaremos en esta sección, aspectos interesantes de nuestra historia local, así como nombres de personajes y familias de nuestro municipio desde esos momentos históricos hasta la actualidad.
           Es importante que nuestros lectores sigan con interés el desarrollo de esta parte del Boletín, ya que a través de ella, haremos estudios, análisis y comentarios acerca del diferentes aspectos del acontecer de nuestro municipio, en virtud de que en los documentos que hemos tomado como referencia, hay puntuales, detallados y originales aspectos que tienen gran atractivo y dan autenticidad de los conceptos aquí emitidos.
            En el próximo número examinaremos las Sesiones de Junta Comunal Nº 2 y 3 del Libro de Actas arriba señalado, correspondientes a los meses de septiembre y octubre de 1895.

        

Gastronomía de los Altos Mirandinos

GASTRONOMÍA DE LOS ALTOS MIRANDINOS



Los Altos Mirandinos están impregnados con los efluvios culturales de los valles del Tuy, de Aragua y sobre todo de la capital.  A tal extremo llega la influencia que hoy es casi imposible hablar de una cultura autóctona, que de hecho existió, pero la avalancha que diariamente recibe ésta área mirandina  produce mezcolanzas que, yo diría, están engendrando nuevos patrones.

 Un área en permanente cambio es la gastronomía.  Para la época de la colonia la labor culinaria no resultaba del todo digna; la verdad: tenía poca relevancia y era una tarea casi completamente femenina. En un principio los hogares contaban con esclavos, asi como servidumbre de hombres y mujeres que ayudaban en las labores ; en este ámbito, las mujeres no eran solo cocineras sino también criadoras y nodrizas : daban pecho a los lactantes de las acomodadas familias de la colonia; al pasar el tiempo y posterior a la abolición de la esclavitud,  siguieron prestando sus servicios  por sueldos miserables; sin embargo a raíz de ese cambio las mujeres tuvieron que aprender a cocinar y hacer  oficios y labores para ayudar en el hogar.

Para aquellos tiempos la cocina no era un oficio predilecto y las cocineras resultaron ser blanco de críticas  ya que no eran del todo pulcras ni refinadas en sus preparaciones, además  estaban encargadas de hacer las compras.
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Las cocineras y cocineros de los años posteriores trabajaban en los fogones pues las patronas se negaban a mezclarse en  las labores culinarias; sin embargo con el pasar del tiempo se vieron obligadas a tomar las riendas culinarias pues nuevas normas de refinamiento invadieron la Venezuela de antaño.

De estas cocinas familiares nació nuestra comida tradicional, de alli la hallaca mestiza influenciada por españoles, indios y negros, de allí la arepa de maíz recién molido, el asado negro,  la torta bejarana,  los tequeños, los postres y dulces, para luego adentrarse en nuevas recetas y técnicas culinarias con influencia extranjera .

Asi comenzó a forjarse la maravillosa y humilde cocina casera venezolana con delicias que los venezolanos amamos y disfrutamos.
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Entre los principales platos típicos se encuentran: el pabellón criollo ( plato nacional a base de caraotas negras, arroz blanco, carne mechada y plátano frito); las empanadas, la arepa, la hallaca, el asado negro  y la ensalada de gallina. Entre las bebidas típicas encontramos la chicha (bebida a base de arroz), guarapo de papelón con limón, caratos y la tizana (bebida con trozos de frutas).

COMIDAS:
 Tere-tere, sancocho e’ gallina, hallaca, embutidos, carne guisada, asado negro, parrilla, pollo asado, pernil asado, cruzados, plátano horneado, ensaladas (de gallina, mixta, de palmito y aguacate), lengua en salsa, bollo pelón, caraotas negras, carne mechadamondongo, pabellón criollo, tajadas, tostón y otras delicias criollas.

BALAS FRÍAS Y ACOMPAÑANTES:
Empanadas, pastelitos, arepitas dulces, arepas rellenas (atún, reina pepeada, queso e’ mano, queso guayanés, mariscos, carne mechada, carne molida, pollo, asado, chicharrón, entre otras), cachapas (con queso, jamón, pernil), hayaquitas solas y con chicharrón, pan de jamón, casabe, tequeño, tostón.
SALSAS: Catara, Guasacaca, Pico e Gallo, Picante andino.
DULCERÍA:
 Buñuelos, majarete, cafunga, pan de horno, gofio, conserva e’ coco, turrones, arequipe, aliados. bienmesabe,  Juan sabroso, dulce de lechosa (papaya),higos, hicacos, jalea de mango, delicada de guayaba, quesillo, huevos chimbos, arroz con coco y arroz con leche entre otros.

TORTAS:
 Tres leches, selva negra, arequipe, jojoto, zanahorias, de pan, de chocolate.

BEBIDAS:
 Carato de maíz, de arroz, avena, ajonjolí,  cebada, chicha de arroz, tizanas, té de distintos sabores (malojillo, toronjil, manzanilla, tilo,  te negro).

TRAGOS:
 Amorcito, piñita, fruta e’ burro, berro, canelita, zamurito, ponche crema, ruda, malojillo, toronjil, concha e naranja amarga y calentaitos.


DESCRIPCIONES


Tere-tere:
Se le conoce también como chanfaina por su aparente origen afrancesado.  Consiste en preparar una mezcla de vísceras de cerdo o de res, aderezada con pimentón, tomate, ají, cebollas, ajo, pimienta y un punto de papelón.
Procedimiento: Se sancochan durante una hora hígado, estómago, lengua, corazón, riñones, pulmones, y otras partes de las vísceras.  Se dejan enfriar y se cortan en cubitos.  Se colocan de nuevo en el mismo caldo con todos los aderezos y la sal necesaria.  Se prepara la mezcla (moviéndola con un cucharón de madera) durante unas dos horas más hasta que ablanden  y tome buen color y sabor.  Se sirve con contornos de arroz y tajadas. Sólo para valientes!!

Sancocho e’gallina:
Tradicional hervido criollo.  Consiste en una sopa preparada con gallina, pica tierra preferiblemente. Se le agrega verduras de todo tipo, cebolla, cebollín, ají dulce, comino, orégano, sal y pimienta al gusto.  Transcurrida una  hora, tendremos un suculento plato “levanta muertos”.Animate!!

Hayacas:
 El origen del plato se remonta a los años de la colonización atribuyéndose en forma legendaria su invención a  esclavos e indígenas, quienes recogían los restos de comidas de los señores para armar una nueva en una hoja de platano . La hayaca es el plato más tradicional de Venezuela en la época decembrina. También forma parte de esta interesante tradición de intercambio de hallacas entre familias,  en un gesto de amistad, cordialidad y gentileza.  Un dicho popular sigue rezando: "La mejor hallaca es la que hace mi mamá".
Difiere su preparación en las diferentes localidades del país, tales como la hayaca central, la oriental, la andina y la llanera.
Antaño era todo un evento la preparación de las hayacas, por cuanto había que secar el maíz, desgranarlo, pilarlo y sancocharlo; luego venía el proceso de  molienda, preparar la masa, escoger las hojas, prepararlas, cortarlas, quitarle las venas; matar las gallinas, pelarlas y cocinarlas, hacer el guiso con la carne de res y cerdo, todo esto amenizado con uno que otro “palito”, que le daban a la preparación un toque festivo.
Con el paso de los años se ha venido simplificando el proceso a través de la industrialización de muchos de los productos que en ella se utilizan.  Hoy se hace así: en una hoja de plátano bien lavada, con algo de aceite de onoto o natural, se coloca una pelotita de masa de maíz amarillo o pintado con onoto y se le extiende hasta lograr una superficie de 20 o 30 centímetros de diámetro.  Se le coloca encima el guiso de res, cerdo, pollo o gallina; o un cruzado que elige la persona que está en la elaboración del plato.  Se le añaden uvas pasas, aceitunas, ruedas de cebolla, pimentón picado en julianas, alcaparras, aceitunas, tocino, etc.; en algunas localidades le colocan trocitos de vegetales encurtidos, huevos, garbanzos y otros productos.  Se cierra la hoja de plátano en forma de carta y se amarra con pabilo.  Luego se sancocha durante una media hora, se saca del agua y se deja escurrir.  Se puede comer sola o se sirve con arroz blanco,ensalada de gallina, pernil, pan de jamón y ¡Feliz Navidad!

Pabellón Criollo:
 La historia del pabellón data probablemente, de los tiempos de la colonia, y según se cuenta, es básicamente una reunión de "sobras" de comidas anteriores, siendo las tajadas de plátano lo único que se preparaba en el momento. Se suele hacer referencia, según algunos autores, a que el plato representa a las tres grandes culturas venezolanas: europea (blanco: arroz), indígena (moreno: carne) y africana (negro: caraotas). Es un plato tradicional que forma parte de la gastronomía de Venezuela y es reconocido como el plato nacional. El pabellón clásico está compuesto por arroz blanco, carne mechada, caraotas negras "refritas" (guisadas y luego sofritas en mantequilla) y tajadas fritas de plátano maduro, en partes aproximadamente iguales. Existen variaciones del plato original: Pabellón con baranda: las tajadas de plátano son dispuestas alrededor del plato formando la baranda.  Pabellón a caballo: además de los ingredientes anteriormente mencionados, se añade un huevo  frito. Para los desayunos se sustituye el arroz blanco por arepas y se agrega el huevo frito y queso blanco rallado y en ocasiones, queso frito.
Asado Negro:
 La noche anterior a la preparación, tome el muchacho redondo de aproximadamente 11/2 Kg.  Límpielo dejando parte de la capa de grasa que lo cubre.” Acarícielo “bien con los ajos machacados, sal y pimienta a su gusto, báñelo luego con vino tinto, cúbralo y” déjelo dormir” esa noche en la nevera. Caliente muy bien el aceite en un caldero y agregue el papelón (puede sustituir por azúcar, pero el sabor que le da el papelón es único). Coloque la carne. Vaya dándole vueltas. Cuando esté oscuro, tape la carne en esta mezcla hasta que quede prácticamente negra. Aparte, corte las cebollas en cubos pequeños, pase los tomates por agua caliente para retirarles la piel, retire las semillas y déjelos en trozos. Agregue las cebollas al caldero, deje sofreír y agregue los tomates ,añada  un poco de agua, sal y pimienta, deje cocer tapado a fuego muy lento hasta que esté tierno.   Que no se seque. Cuando este listo déjelo reposar antes de cortarlo, sírvalo con orgullo acompañado de un arroz  blanco y plátanos fritos.
Embutidos:

Morcillas:
Con la sangre del cerdo, carnero, vaca o de la gallina, se prepara una mezcla de arroz cocido, ají, orégano, comino, sal, pimienta y otras especias.  Las tripas del cerdo se lavan muy bien, varias veces.  Se amarra el extremo de la tripa y se le llena con la mezcla preparada, luego se amarran individuales de 6 o 7 centímetros. Luego se sancochan durante dos horas.

Chorizos:
Se muele la carne de cerdo con todos los aliños, especias y sal.  Se rellenan las tripas de cerdo y se amarran los chorizos individuales.  Se preservan crudos en humo de leña durante un día.  Mientras más curados al humo y tiempo estén, resultan más exquisitos y gustosos.


Renny Hernández. Autor del Escudo del Municipio Carrizal

CONVERSACIÓN CON RENNY HERNÁNEZ



Renny Hernández, es  el autor del Escudo Oficial del Municipio Carrizal.        Nació en Caracas el 31 de mayo de 1960;cuando tenía la escasa edad de 6 años, sus padres se mudaron a Carrizal y desde ese entonces es un enamorado y empedernido trabajador a tiempo completo por éste pueblo.  
Hijo de Norma Arévalo de Hernández y Oscar Hernández Pérez, este ciudadano, artista plástico autodidacta, inspirado por sus dotes de gran pintor y dibujante  y motivado por la profesora Gisela de Gámez  y el Alcalde José Luís Rodríguez, se inscribió en un concurso que organizó la Alcaldía, para la elaboración del Escudo Municipal y que gracias a sus cualidades artísticas, le premiaron con el primer lugar en el concurso y quedó éste estandarte instituido como Escudo Oficial del Municipio Carrizal  con el decreto 3/91 del 15 de febrero de 1991. 
Ese mismo año le fue conferida la Orden José Manuel Alvarez en su 1ª. Clase como ganador de dicho concurso.
En el año 1992 le ofrecieron el curso de Policía Municipal, institución en la cual se desempeñó hasta el gobierno del Alcalde Orlando Urdaneta . Posteriormente reingresó  en  ese organismo gobierno y llegó a tener el  cargo de Inspector Jefe de Patrullaje  y Jefe de Transporte.
 Al solicitarle un mensaje para la juventud de nuestro municipio dijo lo siguiente: “los jóvenes tienen que dedicarle más tiempo al deporte y al arte ya que los entretiene, los enseña, los guía por buen camino y los desvía de las cosas malas”.  Luego agregó: “sería excelente que hubiesen más instructores en esas áreas y que se tomara más en cuenta la cultura y la participación a los más desprovistos,  de los que tienen poco chance”.




Profesor Hildemaro Mago (Cronista Municipal)
                                 Sr. Omar Aponte (Asistente)