CRÓNICAS
DE LAS COMUNIDADES
CARRIZAL
EN LA HISTORIA
(VII)
Cuando
Martí visitó estas poblaciones y creó la
parroquia Los Teques, incluyó en esa
jurisdicción a Carrizal, unida por mucho
tiempo en lo social, político, familiar y económico. Sus nexos eran estrechos dada la cercanía de
los dos pueblos, pero una vez que Carrizal comenzó a crecer, nació también su
deseo de aspirar a ser entidad
independiente, lo cual sumó también los
aires de independencia que corrían en esos días.
A
principios de 1811 los vecinos de Carrizal encabezados por José Felipe y José
Manuel Álvarez se dirigieron al Arzobispo pidiendo la creación de su
parroquia. El padre Miguel Santana, cura
párroco de Los Teques, se opuso a tal división. Alegaba que las rentas de su curato
disminuirían en una tercera parte; que no era necesaria tal división pues él
atendía muy bien a toda la feligresía y que además sólo los Álvarez pretendían
tal desmembramiento con la finalidad de que el Juez no tuviera intervención en
ellos.
Fachada antigua ubicada en Los Teques |
Ésta
situación caldeó los ánimos entre los habitantes de Carrizal y se creó un
estado de tensión entre el padre Santana y los feligreses que se manifestaba
hasta en los pequeños detalles. Los habitantes del poblado habían terminado de
construir una capilla en honor a la
Virgen del Carmen y estaban tan orgullosos de ella que
querían hacer una gran fiesta para su inauguración.
Como
su párroco era el padre Santana tenían que invitarlo y así lo hicieron
mediante carta suscrita por José Manuel
Álvarez, pero sólo para que hiciera acto de presencia, pues a la vez invitaron
a otro sacerdote para que oficiara la misa y predicara el sermón.
Al
padre Santana le disgustó aquel gesto y se retiró del pueblo e inmediatamente
se dirigió al Arzobispo quien no le tenía mucho afecto al padre Santana por sus
actividades revolucionarias y le dio la razón a los vecinos alegando que si
ellos pagaban los aranceles debidos eran libres de llevar a cualquier cura para
que oficiara la misa en las fiestas.
Ésta
situación entre el padre Santana, el Arzobispo y los feligreses de Carrizal
continuó agudizándose por lo que el Arzobispo ordenó abrir la correspondiente
información y ordenó a levantar un plano de toda la región; nombró a don Silvestre Crespo vecino de Los
Teques, a don Dionisio González vecino de Carrizal y al presbítero José Antonio
Rolo para que recorrieran el terreno, fijaran los linderos y firmaran el plano.
Los
peritos nombrados cumplieron su encargo; recorrieron toda la región y a los
efectos del peritaje propusieron tomar de la parroquia los Teques una legua, de naciente a poniente
por dos y media de norte a sur; Carrizal contaba ya con cerca de cuatrocientos
habitantes; de San Antonio tomaron dos cuartos de legua de naciente a poniente
por cinco cuartos de legua de norte a sur, con aproximadamente doscientos
habitantes. De San Diego tomaron un
terreno de tres cuartos de legua de naciente a poniente por una y media sin habitantes y de Paracotos una legua de
naciente a poniente por media legua de norte a sur con sesenta habitantes.
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