lunes, 1 de julio de 2013

Historia de Carrizal (IX). Donación de José Manuel Álvarez

CRÓNICAS DE LAS COMUNDADES
CARRIZAL EN LA HISTORIA (IX)


Para la creación de la parroquia de Carrizal, se tomaron diversas porciones de las parroquias colindantes.  La que perdió más terreno y habitantes fue la de los Teques.  Para la fijación de linderos, se siguieron las mismas indicaciones formuladas en 1811: “...De las adjuntas de los ríos de Los Teques y Carrizal por línea recta hacia el sur por el sitio que llaman La Peñita que se halla en el camino de pueblo de Los Teques a Carrizal a buscar el picacho de Santa María; por la misma línea hasta la Quebrada del Tambor.  De aquí corriendo al Naciente por dicha Quebrada del Tambor; de allí atravesando la de Paracotos para buscar siempre al Naciente el Alto de Guareguarito.
De allí corriente al Norte por el picacho de Guareguare a buscar la boca de la Quebrada Honda y siguiendo siempre derecho al Norte por el Alto que llaman de la Puerta hasta el Alto de Caricuao y de este punto corre al Poniente a buscar el lugar de Piedra Redonda y por la misma línea de las adjuntas de los ríos de los Teques y El Carrizal…”.
Éste terreno así deslindado, le habían dado los peritos una cabida de legua y tres cuartos de Naciente a Poniente y tres leguas largas de Norte a sur.
Se solicitó el nombramiento del presbítero José de los Ángeles Pérez, como cura de la nueva parroquia. El padre Pérez se enferma de cuidado y en su lugar es propuesto el presbítero José Antonio Yánez.  Sin embargo, se llega a restablecer y el 24 de enero de 1827 es nombrado el padre Pérez, párroco de Carrizal.
Carrizal  al igual que los otros pueblos de los Altos, comienza con una vecindad dispersa, arraigada allí en aquellos lomajes; en los pequeños valles y vertientes que poco a poco se asientan.
Tienen una pequeña capilla, tienen su cura y su alcalde, por lo tanto aspiran a ser pueblo.  Como viven en aquellas tierras ajenas y su título es precario, tratan de adquirir un pedazo de tierra para el pueblo, tal como lo decía una escritura realizada el 9 de febrero de 1825, realizada por los habitantes del pueblo de Carrizal, pero ésta compra nunca llegaron a realizarla.
Don José Manuel Álvarez, nacido y vecino de Carrizal, había sido mayordomo de los Madríz.  Ya independiente por su esfuerzo y economía, adquirió de doña Rosalía Madríz el día 11 de noviembre de 1823, los derechos que ésta tenía en las tierras de Los Teques y Carrizal.  Esta parte equivalía a 2.200 fanegadas, pero fijó su derecho en Carrizal, con límites que iban desde Guareguare, lindando con San Diego; la quebrada de las Vueltas para salir al camino real en Mata de los Picachos, camino real de Los Picachos, Puerta del Guásimo y Alto del Burro.
Después compró otro derecho el año 1826 a Teresa Urbina quien había heredado de su sobrino Bartolomé Ascanio.  Aumentaron sus tierras que comprendían ahora, donde estaba edificado el pueblo.
Más José Manuel, hombre generoso, de gran corazón, estaba dolido por la ignorancia con que se estaba criando la juventud y por la inseguridad de vivienda de los vecinos quienes estaban expuestos al desalojo de sus solares, resolvió donar al pueblo una porción de sus terrenos, con la condición de que las rentas que obtuviesen, fuesen invertidos en la construcción de una escuela.
Ésta Donación tiene como fecha el 12 de febrero de 1827, ante don José Gabriel León, Alcalde 2º Parroquial del pueblo San Juan Bautista de Carrizal, porque él era el Primer Alcalde.
Es un documento hermoso que en su rústica simplicidad posee acentos de poema, de versos, de cánticos, que con alabanza, con sabor a caridad, a compasión, a afecto que con altruismo, desinterés y filantropía, hace a sus coterráneos la donación de los terrenos que hoy ocupa nuestros municipios.

En la próxima entrega haremos del conocimiento de nuestros lectores, aspectos interesantes acerca el documento de la donación de nuestro José Manuel Álvarez.

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