DOCUMENTOS
FUNDAMENTALES Y
OTROS TESTIMONIOS DE
CARRIZAL.
I.
ENCOMIENDA.
II.
PARROQUIALIDAD.
III.
DONACIÓN.
IV.
AUTONOMIA
MUNICIPAL.
a) HIDROGRAFÍA.
b) LÍMITES DE CARRIZAL.
V.
ADDENDA
I. ENCOMIENDA
Para un estudio serio y concreto relativo al
historial de la población de Carrizal, el acucioso debe conocer los documentos
fundamentales de su pasado. El primero comprende LA ENCOMIENDA otorgada
originalmente a Pedro Mateos por el capitán Diego de Losada, el cinco de marzo de mil
quinientos sesenta y ocho (1568), la cual fue abandonada, y ejerciendo El Capitán Juan de Guevara mando en Caracas y sus
contornos, adjudicó tres años después la misma encomienda (3-2-1571) a Andrés
González. Cuando asumió Francisco de Calderón como Teniente de Gobernador,
asignó a Ambrosio Hernández la misma encomienda que pertenecía a Gonzalez, pero
Hernández también la abandonó, y el veinte y siete de octubre de mil quinientos
sesenta y dos, Calderón la cedió a Cristóbal Cobos; tales medidas tomadas en contra de Gonzalez
provocaron un largo pleito, querella que finalmente ganó González. La encomienda
abarcaba una extensa porción de Los Altos de Guaicaipuro, y para ilustración
del asunto, citamos literalmente la escritura de otorgamiento firmada por
Guevara al indicado Gonzalez (fragmento): “Yo Juan de Guevara Teniente de
Gobernador, justicia mayor por Su Majestad en esta provincia de Caracas, por
cuanto vos Andrés Gonzalez sois una de las personas que bien y fielmente avéis
servido a Su Majestad en esta provincia de Caracas en todo lo que os a sido
mandado por las justicias y Capitanes y sois de los pobladores y conquistadores
de ella y vecino de esta ciudad Santiago de León y queréis vivir y permanecer
en dicha ciudad y provincia y por la voluntad de Su Majestad “folio 20” (del manuscrito titulado Pleito
seguido por Cristóbal Cobos vecino de Santiago de León de Caracas contra Andrés
Gonzalez de la misma ciudad, es que los que
así le sirven les sean remunerados y gratificados en algo sus servicios. Por
tanto en su Real Nombre por virtud de los poderes que para ello tengo, encomiendo
a vos el dicho Andrés Gonzalez, en los términos de esta ciudad al Cacique
Guayamate(1)que
está en la Comarca
de las Minas y en la provincia de Los Teques, del Cacique GUAICAIPURO con todos
los indios y capitanejos principales, sujetos a los dichos caciques”. La Encomienda concedida a
Pedro Matheos y posteriormente a Andrés Gonzalez, tuvieron por encomiendas
limítrofes a las que se indican seguidamente: Las del Cacique PACUARE(2),
asignada a Marcos Gómez e Cascajales: la
del cacique CURUTAIMA, dada a Agustín de Ancona, la del cacique EPOIMA entregada a Francisco Román (Epoima
representó en su condición de Cacique independiente y aliado incondicional de
GUAICAIPURO, las cumbres de Carrizal y sus espeluncas más secretas),la del cacique
QUEREQUEPANO(3) concedida al maestre Francisco, la del cacique
AGUAREMARE dada a Francisco Maldonado y la encomienda del cacique PIAQUINA(4) entregada a Hernando
de la Cerda. Una
hija de Andrés González, a raíz de la
muerte del encomendero, hizo permuta a Blas Correa de Benavides, a cambio de
una gran porción de terreno en la región de Los Teques, por bienes en Caracas.
A principio de mil seiscientos noventa una
extensa parte de esta encomienda estaba en el legítimo poder del capitán Diego
de Miquilena, luego adquirida (1694) por doña Melchorana de Tovar y Báñez.
II. PARROQUIALIDAD
El segundo documento lo conforma en la escalada
constitutiva del acontecer histórico de Carrizal la Parroquialidad ,
resultante de una coordinación de esfuerzos y creencias que de manera continuada
y sostenida ocupó la atención de los carrizalenses (carrizaleños) gestiones que
se iniciaron en los mismos instantes de los asentamientos o caseríos
diseminados en los que se llamaron y se siguen llamando Altos de Guaicaipuro, (en
los primeros tiempos de la colonia los altos del actual estado Miranda eran
nombrados Altos de Caracas). Esas comunidades de españoles (españoles y
canarios), indios (aborígenes) negros esclavizados (africanos o hijos de los
mismos) y pardos en general, ocupaban su tiempo en la agricultura y un poco en
la ganadería, pero manifestaban preocupación esencial a su fe cristiana,
inquietudes que motorizaban su afán de lograr un sacerdote para los momentos
supremos de los servicios inherentes a su religiosidad. Esa emotividad la
calorizó el hecho del establecimiento doctrinario cristalizada en las cercanías
del Guayabo que agrupó a subordinados de los caciques Tucupe, Epoima,
Tipitiripe, Maucagua y otros, cuyas tribus estaban en las montañas cercanas al
sitio de la doctrina establecida por el fraile Gregorio de Ibi, y
posteriormente por la fundación el primero (01) de mayo de mil seiscientos
ochenta y tres (1683) del pueblo de San Antonio de Los Altos y de las
posesiones que iban surgiendo en la región, entre otras las de los Mijares y Solórzano
y la de los Ascanio-Tovar, los últimos devotos de San Nicolás de Bari. En 1742
los habitantes de San Antonio de Los Altos suscribieron el primer memorial al obispo
de Caracas solicitando un Capellán, petitorio que fue apoyado fraternalmente
por los habitantes de Carrizal, porque tanto San Antonio, El Corozal, San Pedro
y Carrizal dependían para la práctica de la fe de las parroquias San Diego y
Paracotos, quienes en algunas oportunidades se veían obligados a cubrir la
larga distancia que los separaba de la parroquia El Valle.
Pero la primera petición directa que formularon
los hijos de Carrizal referente a una iglesia, la hicieron personalmente al
obispo Mariano Martí, durante su visita pastoral efectuada a la región alteña,
entre el 20 y 24 de Octubre de 1772, cuando el 22 de dicho mes se detuvo para
saludar a los carrizalenses (carrizaleños)(1). El obispo Martí
también recibió peticiones de El Corozal
y de Los Teques relativas a la creación de una parroquia que atendiera sus
necesidades espirituales, a lo que respondió el obispo que haría las gestiones
para complacer tan justa petición (2),
lo cual verificó, pero a favor de Los Teques, uno de los centros mas poblados del sector.
Con la erección de la parroquia San Felipe Neri
de Los Teques, los pueblos de Corozal, San Antonio, San Pedro y Carrizal,
quedaron bajo la feligresía del nuevo Curato. Iniciada la Guerra de la Independencia con la
declaración del 5 de Julio de 1811, volvieron los carrizalenses (carrizaleños)
a dar prueba de su perseverancia al solicitar al Obispo, una Capellanía para
dar satisfacción a los sacramentos que profesaban. En esta oportunidad en que
se opone es el Padre Miguel Santana. Párroco de Los Teques, argumentando
razones contra Álvarez y la condición de
pobreza de los pobladores solicitantes. No obstante el Arzobispo dispuso a los
pocos días abrir una información sobre el particular y ordenó levantar un plano
de toda la región en la cual tenían residencia los peticionarios. Por Los
Teques fue comisionado Silvestre Crespo, y por Carrizal Dionisio Gonzalez.
Correspondió al Padre José Antonio Rolo y a Timoteo Álvarez, revisar y firmar
el plano elaborado conforme a la disposición del Arzobispado. Los límites
asignados en aquella ocasión fueron los siguientes:
“De las adjuntas de los ríos, Los Teques y
Carrizal, por línea recta hacia el sur por el sitio que llaman La Peñita , que se halla en el
camino de los pueblos Los Teques a Carrizal, a buscar el Picacho de Santa María
y por la misma línea hasta la quebrada del Tambor, y de aquí corriendo al
naciente por la dicha quebrada del Tambor y atravesando la de Paracotos, a
buscar siempre el naciente el Alto de Guareguarito. De aquí corriendo al norte
por el Picacho del Guareguarito a buscar la boca de Quebrada Honda y siguiendo
siempre derecho al norte por el Alto que llaman de la Puerta , hasta el Alto de
Caricuao y de este punto corre al poniente a buscar el lugar de Piedra Redonda
y por la misma línea a las adjuntas de los
ríos Los Teques y Carrizal. La extensión delimitada medía una lengua y tres
cuarto de naciente a poniente y tres lenguas largas de norte a sur. La
delimitación de las nacientes parroquias de 1811, se mantuvieron para la
erección del curato del 17 de Abril de 1826.
Al comenzar el año 1812 los vecinos de Carrizal
resueltos a cumplir con Dios comenzaron la construcción de una capilla que
terminaron a mediado del año y la bautizaron con el nombre Capilla de la Virgen del Carmen destinada
el 16 de Julio de dicho año para celebrar la primera misa, invitando para
dichos oficios al sacerdote de El Valle y para llenar la formalidad, invitaron
al padre Santana párroco de Los Teques, quien disgustado a causa del tal
desacato, inmediatamente comunicó al Obispo el desaire que le hicieron; hubo un
largo alegato, que incidió en la negativa de conceder el Curato a los
carrizaleños, hecho que se registró en 1818, arguyendo las autoridades
eclesiásticas que los vecinos no tenían para fabricar iglesias ni para pagar
los estipendios correspondientes a sacerdote.
Finalizada la Guerra de la independencia con la Batalla de Carabobo (24 de
Junio de 1821) JOSÉ MANUEL ÁLVAREZ y sus hermanos repitieron sus diligencias,
al grado que en 1825 FRANCISCO JOSÉ ÁLVAREZ en una carta memorial dirigida al
Gobernador de la provincia, le relató todas las gestiones efectuadas, tendente
a la erección de una parroquia para su pueblo. El expediente de las diligencias
fue pasado al Arzobispo y al Intendente de Venezuela; eran los tiempos de
Colombia la Grande
y nuestro país dependía provisionalmente de Bogotá. Hubo nuevamente oposición y
la misma la presento el Presbítero JOSÉ SUAREZ AGUDO, DEAN y VICARIO capitular
de la catedral de Caracas. Esa oposición no afectó en ningún momento las
aspiraciones delos feligreses de Carrizal porque el Provisor y Vicario del Arzobispado
presentó un informe con suficientes razones a las tantas veces solicitadas
parroquia de Carrizal y de esa manera el 17 de Abril de 1826 la superioridad
eclesial creó el curato solicitado, bajo la advocación de San Juan Bautista de
Carrizal, disposición ratificada el 16 de Agosto de dicho año por el
Vicepresidente al departamento de Venezuela.
El primer párroco que desempeño su apostolado en
Carrizal fue JOSE DE LOS ANGELES PEREZ,
designado oficialmente para su delicada función el 24 de enero de 1827.
III. DONACIÓN
Los ASCANIOS TOVAR terratenientes del Tuy,
Barlovento y Los Llanos, al fallecer el Capitán Don JUAN DE ASCANIO Y GUERRA,
casado con Doña MELCHORANA DE TOVAR Y BÁÑEZ, de cuya unión hubo seis (6) hijos,
resolvieron adquirir bienes en la cercanías de Caracas, y la viuda pronto hizo
contacto con el Capitán Diego de Miquilena, y le compró la gran finca enclavada
en Los Teques y sus anexos. La negociación tuvo lugar el diez de octubre de mil
seiscientos noventa y cuatro. Uno de los hijos del matrimonio ASCANIO – TOVAR
en negociación con sus hermanos constituyó en el enorme territorio un mayorazgo,
logrando después con su poder económico adquirir el título nobiliario de Conde
de la Granja
que había pertenecido a una de sus lejanos consanguíneos, aspiración que
reconstituyó dicho blasón recayendo el calificativo en Don Fernando de Ascanio
y Monasterio(1), asesinado
brutalmente el ocho de junio de mil ochocientos catorce por una de las columnas
de Boves en las vecindades de Caracas. Derrotados los españoles en la Batalla de Carabobo (24 de
Junio 1821) quedaron eliminados los privilegios de nobleza. Lo que aprovecharon
los parientes para comenzar a vender la gran herencia de Los Altos de Caracas.
A ROSALÍA MADRÍZ descendiente del Conde de la Granja le tocó un inmenso
predio al naciente del pueblo de Los Teques, y entre las ventas que hizo en el
sector tuvo por comparador a Don JOSE MANUEL ÁLVAREZ , quien era nativo de
Carrizal, por tanto estaba compenetrado de las necesidades que padecían sus
coterráneos, entre otras, la carencia de un pedazo de tierra destinado a la
edificación de sus viviendas, y siendo extensa su posesión resolvió donar el 12
de febrero del año ochocientos veinte y siete (1827) a sus paisanos un amplio
espacio de sus propiedades; el acto filantrópico comprendía dos finalidades: la
primera para la creación y sostenimiento de una escuela en razón del estado de
ignorancia en que vivían los párvulos de la comarca y la segunda para el
trabajo agrícola que generaría bienestar personal y los emolumentos para el
funcionamiento de la escuela, institución que para el donante era necesaria y
de gran utilidad. Con el fin de resaltar la categoría del generoso Don JOSÉ
MANUEL ÁLVAREZ dada la educación y en especial, citamos de inmediato su opinión
al respecto: “Que convencido de la rusticidad con que se crían los jóvenes de
este pueblo e por no haber medios con que establecer y sostener una escuela
para su educación, y sean útiles a Dios, a la República , a sus padres
y así propios, que por el amor con que miro este lugar de donde procedo, por el
bien de mi alma y el de la humanidad, vengo a ceder y cedo de mi libre franca y
espontánea voluntad, haciendo gracia donación intervivos a beneficio de este
indicado pueblo y su posteridad”
El texto de la DONACIÓN , tomado de su
original, es el siguiente: “Por el naciente el alto de la loma de Los Vecinos
sucesivos al alto del Paují y cabeceras de la quebrada dicha Paují, y de esta
al Sur por línea recta a buscar la puerta del potrerito de Don JUAN LEON, y de
este línea recta al poniente, a la puerta de Guamo, alto del Cañadón, siguiendo
este cerro hasta su puerta, abrazando de este todas las vertientes de la
quebrada llamada Corralito hasta su boca, la que desagua en la quebrada de los
Peñones al norte, y de esta boca en derechura a Alto y Picacho del Potrero
Grande y de este por derecho a buscar las Adjuntas de las Quebradas Aguaditas
con la que baja del Alto de la loma de las Minas, siguiendo la quebrada dichas
Aguaditas hasta su origen, el que comienza en la punta de la Pedrera sita en los
Budares, y de este por derecho al alto de los Vecinos, que es el naciente y
primer lindero divisorio, cuya posesión y bajo los linderos expresados libre de
otros censos, empeño ni gravamen las cedo al indicado pueblo con todas sus
entradas salidas, usos, costumbres, pertenencias y servidumbres y las mismas
que al otorgante le pertenece de fuero y de derecho, como uno de los tantos
dueños que la posee entre otra porción del terreno que poseía el señor Conde de
la Granja ”.
Conforme
a lo establecido anteriormente damos explicaciones y razones que permiten la
delimitación de los primeros dos hechos geohistóricos de Carrizal en el
contexto correspondiente a la
Encomienda , dentro de la cual hoy tiene ubicación, en
reducido espacio, la población y el Municipio objeto de este trabajo
(1)- La Encomienda de
Guaicaipuro asignada a Andrés Gonzalez (3-2-1571) también era habitada por el
capitanejo Guayamate, uno de los principales Jefes de los parciales del
aborigen tequeño.
2.- En la documentación
revisada escriben PACUARA en vez de PACUARE.
3.- Esta Encomienda dada
al maestre Francisco tuvo por territorio el espacio de las quebradas Paracotos
y Curumai.
4.- Estaba esta
Encomienda situada entre las quebradas Paracotos y Curinere.
1.- El poblado mas
grande y con mayor número de habitantes para entonces, era Corozal un poco al
sur de la actual ciudad de Los Teques.
2.- El Obispo hizo caso omiso
a las gestiones de Carrizal, San Antonio, Corozal y creó la Parroquia San Felipe
Neri el año 1777 (21 de Octubre de 1777).
(3) En el momento de postular a JOSE
DE LOS ANGELES PEREZ dicho Sacerdote enfermó
de un mal pasajero, sin embargo
nombraron a otro candidato en su lugar, pero restablecido JOSE DE LOS ANGELES,
ocupó el Curato en referencia.
1 El
titulo nobiliario de Don FERNANDO DE ASCANIO Y MONSTERIO, le fue concedido en 1793 en su calidad de bisnieto del Primer
Conde de la Granja Don
JOSÉ DE OVIEDO Y BÁÑEZ, (Crónica de Caracas 1ro. de Julio – Diciembre, 1979.
P.245)
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