LA GOTA VERDE
Todos
tenemos características que nos hacen únicos ante una sociedad en la que de una
u otra manera formamos parte. ¿Pero que
sucede si un integrante de dicha sociedad atenta en contra de una propiedad
ajena?; de seguro que la familia que la
habitaba se ve perjudicada por la acción de ésta persona que por su ignorancia
u otros motivos, no le importa el malestar o agravio que le pudiese
causar. Igual como sucede en ésta
situación, a todos nos puede pasar, que diariamente indistintamente a nuestros
valores y costumbres, caigamos en el mismo error sin darnos cuenta, bien sea
por desconocimiento o indiferencia. Y me
estoy refiriendo al ambiente
que nos rodea,
el que a veces ni notamos aún siendo el que nos
permite vivir por la perfecta interacción de todos sus elementos.
Para explicar un poco mejor, éste ambiente que nos rodea es agredido
constantemente por nosotros, personas que inevitablemente nos encontramos
ligadas a él; y en el que uno de los casos pudiese ser que desconozcamos en qué
momentos lo dañamos o que lo hagamos con premeditación, auque para aclarar que
éste segundo caso, sea consecuencia de no tener claro o conocer el delicadísimo
equilibrio al que están sujetas nuestras vidas y la de nuestro planeta.
El equilibrio que existe en la
naturaleza, es algo así, como una máquina muy compleja se le saque un
tornillo. Poco a poco se va descuadrando
hasta que ya no pueda cumplir las funciones para las que fue hecha.
El tema de nuestro ambiente, es más
amplio que todo lo que nos rodea, y los invito a seguirnos para que descubran
qué tan protagónico puede ser nuestro papel para la vida y el mundo en el que
nos desenvolvemos.
Mª
Teresa Camargo
FUNDAOIKOS
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