TRAS LA HUELLA DE BOLÍVAR
(PARTE VII)
Una vez resuelto el
combate, Bolívar y el Ejército Patriota ocupan a Valencia. Rápidamente dispone el Libertador las
operaciones sobre Puerto Cabello, en persecución de La Torre. Deja a Mariño al frente del ejército y
acompañado de José Antonio Páez y del batallón de su guardia, se dirige a
Caracas de donde había salido en busca de gloria, siete años atrás y es
recibido con un júbilo indescriptible con la antorcha de la libertad y de la
independencia suramericana encendida.
Refugiado en Puerto
Cabello, el ejército español, es acosado por el general José Antonio Páez quien
lo asalta, obligándolos a abandonar a Venezuela definitivamente, mientras que
Simón Bolívar, reorganiza el gobierno y marcha por Barquisimeto, Trujillo y
Maracaibo, hacia la Villa del Rosario de Cúcuta, con el propósito de organizar
la Gran Colombia y proyectar la Campaña del Sur, logrando la autorización del
Congreso Colombiano y cuando emprende la campaña, deja el gobierno en manos del
vicepresidente Francisco de Paula Santander.
Mientras Sucre se
ocupa de los asuntos militares en Guayaquil y logra el armisticio por tres
meses, Bolívar opera y lucha en Pasco, región que para entonces estaba dominada
por el realista Basilio García. El 7 de abril
de 1822, el ejército patriota al mando de Simón Bolívar, los derrotó nuevamente
inmortalizándose en esta Batalla de Bomboná, el patriota Pedro de León
Torres; y más tarde, el 24 de mayo del
mismo año, se celebra la Batalla de Pichincha, lográndose con esta gesta, la
independencia de la Provincia de Quito,
República del Ecuador, incorporándose inmediatamente a la Gran Colombia.
El 27 de julio de 1822, se celebra la entrevista de
Simón Bolívar y el general José de San Martín, estadista y Libertador de Chile,
en Guayaquil, y en la misma se trataron entre otros puntos, el Sistema de
Gobierno, Tratado de Alianza y Límites con Colombia y Perú. Después de la histórica entrevista, San
Martín se traslada al Perú donde renuncia al gobierno ante el congreso y de
esta manera, deja la libertad del Perú en manos de Simón Bolívar, quien es
sucedido por una Junta de Gobierno.
El Libertador envía auxilios desde Colombia al Perú y son
rechazados. Las tropas patriotas del
Perú son derrotadas en dos oportunidades por los realistas, en las batallas de
Toratá y Maquegua, lo que motivo que fuera depuesta la Junta de Gobierno.
El 6 de agosto de
1824, Bolívar derrota a los realistas al mando de Canterac, en las sabanas de
Junín y hace entrega del mando del ejército a José Antonio Sucre, pero los
realistas se reorganizan y lo atacan en la sabana de Ayacucho el 9 de diciembre
de 1824, alcanzando las fuerzas libertadoras, una de las más resonantes
victorias e irguiéndose nuestro ejército con la corona de laurel.
Antonio José de
Sucre ofrece una honrosa capitulación a los realistas. Esta se cumple en parte ya que los realistas
se negaron a aceptar las cláusulas de Ayacucho, consolidándose con esta
batalla, la completa Independencia de Perú.
El Congreso de Perú
en sesión solemne e histórica, concede a Bolívar el título de “Padre y Salvador
del Perú”, y a Antonio José de Sucre “Gran Mariscal de Ayacucho”, y acordó un
voto de agradecimiento a Colombia y a su Ejercito, por las ayudas concedidas en
pro de su libertad. Pone dos millones de
Pesos a la orden del Libertador, uno para él y otro para sus soldados. Bolívar en gran acto de grandeza, acepta el
de los soldados y rechaza el que a él le ofrecen.
Debido a que el general
español Antonio Pedro Olañeta, no aceptó la capitulación de Ayacucho, el
Mariscal Sucre marcha hacia el Alto Perú, donde estaban concentradas las
fuerzas realistas, y convoca a una Asamblea que se reúne el 6 de agosto de 1825
en Chuquisaca, y proclama la Independencia de las provincias del Alto Perú,
bautizando el nuevo Estado con el nombre de Bolívar, que posteriormente fue
cambiado por el de Bolivia.
La Asamblea aclama
al Libertador como Padre de la Patria y lo comisiona para que redacte la Constitución,
mientras que Antonio José de Sucre es nombrado Presidente Vitalicio de la
creciente nación, cargo que acepta por dos años; mientras que el Libertador Simón Bolívar se
dirige a Lima donde elabora el proyecto de Constitución, que al presentarlo,
fue modificado y finalmente aprobado por el Congreso.
El Libertador
siempre había anhelado la idea de formar una confederación de naciones
hispanoamericanas. En el Congreso de
Angostura, ratificó esta idea. La
manifestó abiertamente en su famosa Carta de Jamaica, pero se debe recordar que
este deseo tuvo su primera luz ideológica en el Precursor de la Independencia Americana, Generalísimo Francisco de
Miranda, cuando en solicitud de auxilio para la causa de la Independencia, se
entrevista en Londres con el Ministro Inglés Williams Pitt, y le hace conocer
sus ideas, sobre una unión de las colonias hispanas.
Después de la
Independencia del Perú, el Libertador convoca al Congreso de Panamá, al que
asisten representantes de Colombia, Perú, México y de las provincias unidas de
Centroamérica. Estados Unidos asiste en
calidad de observador, lo mismo que Inglaterra y Holanda; evento que instaló el
22 de junio de 1826.
La Gran Colombia
estaba concebida como el gran sueño del Libertador, y que gracias a la ambición
y egoísmo de muchos, dura pocos años. “La Cosiata” fue un movimiento
separatista que estalla en Venezuela a fines de 1825 y cuyo objetivo primordial
era separar a Venezuela de la Gran Colombia.
Los promotores principales de dicho movimiento fueron José Antonio Páez
y Miguel Peña, y su propósito fue logrado.
Páez fue perdonado por su acción y posteriormente nombrado Jefe Civil y
Militar de Venezuela, rechazando la orden de presentarse ante el Congreso de
Colombia, organismo que debía juzgarlo.
Pero, debido a la
grave situación que vive la Gran Colombia para entonces, Simón Bolívar regresa
del Perú y logra el apoyo de los jefes que anteriormente habían respaldado a
José Antonio Páez, logrando organizar la Administración Pública y
posteriormente regresa a Bogotá para contener la anarquía que se había
desatado.
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