Alguien señaló con mucho tino que, la música es el lenguaje
del alma. Música es la combinación de
melodía, ritmo y armonía. Es la sucesión
de sonidos modulados para recrear el oído y expresar afectos y
sentimientos. La música es un arte; un
universo sonoro; es el deleite ante lo sublime; es el idioma universal. La música es un regalo celestial. Esta hecha para tocar a la gente por fuera y
por dentro.
Es extasiarse ante un concierto de piano y violín; ó escuchar a una soprano en un “solo vocal”
en óperas como “Aída” de Guisseppe Verdi ó “Carmen” de George Bizet.
La música sinfónica nos eleva espiritualmente, pero una
velada de tambores afro-caribeños rememora la ontogenia y filogenia negra de
nuestro mestizaje. La música llanera
recia, nos lleva a disfrutar de valores autóctonos, haciéndonos partícipes del
“Spirit de Corp” venezolano.
Si queremos relajarnos del “stress” diario, nado como un buen
baño tibio mientras escuchamos música suave instrumental, o en su defecto, escuchamos
las cadencias de obras maestras de grandes autores y compositores.
Se ha comprobado que el insomnio, los dolores de cabeza, las
depresiones, las explosiones emocionales incontrolables, tienen cura a través
de la música. Tiene el poder de sanar el
malestar del alma y el cuerpo entero.
Hay música en el viento, en el mar, en la lluvia, en la
cascada o en el tintinear de las gotas solitarias de un manantial. Hay música en la sonrisa de un bebé y paz en
el “Aleluya” del Mesías de Händel.
Para muchos, música es sinónimo de baile, es acercarse
sensualmente a otra persona. Pero es
mucho más que eso, la música tiene un grado creativo, conceptual y filosófico.
Es interesante ver como el cerebro humano, estructura una
reacción psíquica y psicológica ante la música, sobre todo porque no se puede
ver. El sonido es algo que desaparece;
no es como la pintura que es visual. La
música entra por el cuerpo y nos pone en sintonía con la “Inteligencia Infinita
Universal”.
En la actualidad, sumidos como estamos en un frenesí
estresante, la música constituye la terapia apropiada, además tenemos que adoptar
una actitud positiva, siempre contentos, de buena cara y con una sonrisa aún en
los momentos más terribles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario